No tiene miedo a morir pero sí a perder su libertad. Nadia es afgana, tiene 26 años y hace cinco llegó a Cataluña. En su país vivió como si fuera un hombre para poder so brevivir entre los 11 y los 21 años: “Trabajé disfrazada sin que nadie se enterara”, explica a ADN. Hoy se preestrena en los cines Girona Tornar a Nadia, un documental dirigido por Grau Serra -que se podrá ver en el canal 33 mañanaque narra la historia de esta joven.

Cuando tenía ocho años, una bomba cayó en la casa de su familia en Kabul, lo arrasó todo y se llevó a su hermano. Ella pasó seis meses en coma y con graves heridas. Al despertar, todo había cambiado. Pronto, los talibanes se apoderaron de las tierras afganas tras una guerra civil iniciada en 1992. La mujer no tenía ni voz ni voto y Nadia optó por adoptar un atuendo masculino para trabajar y ayudar a su familia: “La mujer allí no puede hacer nada”, relata.

Cada mañana se transformaba. Un turbante camuflaba sus facciones: “Mis amigos eran chicos y siempre pensaba que algún día me podían descubrir”. Nadia trabajó en una obra y arreglando bicicletas, siempre rodeada de hombres: “Mi vida corría peligro cada segundo, a veces pensaba que no volvería a casa”.

Y llegó el día en que una periodista le habló de Barcelona y de una operación para sus quemaduras. Dejó Afganistán como un hombre y, al llegar a Cataluña aún se negaba a comportarse como una mujer. Luego descubrió que aquí podía ser libre. Ya operada, piensa en el regreso: “Quiero formarme y volver a Afganistán para ayudar a otras mujeres “, cuenta en un perfecto catalán. Su familia sigue en Afganistán y la que la ha acogido aquí la anima a seguir estudiando.