Modernizar regadíos para garantizar el agua
La provincia de León cuenta con unas 100.000 hectáreas de regadío; sin embargo, apenas un 7% cuenta con sistemas modernizados de riego, utilizándose en el resto sistemas en precario o el riego por inundación a través de acequias. Las administraciones están haciendo un gran esfuerzo inversor, sobre todo la Confederación, a través de Seiasa, para cambiar este panorama, pero hay que reconocer que avanza lentamente si se tiene en cuenta, por ejemplo, la fecha de la construcción de la presa de Riaño, elemento clave para la transformación del campo leonés. Las últimas temporadas de sequía, cada vez más acentuadas por el cambio climático y la reciente crisis de materias primas, que provocó escasez de alimentos y, por tanto de productos agrarios en casi todo el mundo, ponen de manifiesto que la agricultura sigue siendo uno de los puntales básicos para el mundo occidental, a pesar de que el porcentaje de ocupación de población activa sea muy reducido. La clave está en la productividad de las explotaciones agrícolas, cada vez mayores y más modernizadas. La provincia de León cuenta y contará aún más en el futuro con una gran superficie susceptible de explotación agrícola y con el agua garantizada gracias a sus embalses, y del uso racional de ese agua dependerá la competitividad de sus explotaciones. Modernizar una hectárea de regadío supone ahorrar hasta un 60% de agua consumida en la actualidad, por lo tanto se hace indispensable. Las administraciones deben seguir manteniendo su apuesta inversora, pero ésta debe ser apoyada en idéntica medida por los empresarios agrícolas, donde radica uno de los grandes problemas en León, debido al envejecimiento de la población.
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