MINI Cooper S cabrio
La originalidad inglesa sigue presente en este divertido y original modelo que encandila por su líneas y por sus sensaciones dinámicas
Esta nueva versión del MINI llegó a principios del 2007 y se han vendido ya más de 164.000 unidades en el mundo entero. Acaba de cumplir 50 años desde que surgiera el primer modelo debido a la falta de petróleo por la crisis del Canal de Suez. Por aquel entonces se dijo: “El mundo está creciendo hacia dimensiones más pequeñas”. Hablar de MINI es hablar del segundo coche más influyente tras el modelo Ford T. Es un coche que significó poder aparcar fácilmente, economía, comodidad, calidad y practicidad. El Cooper S aparece por primera vez en 1964 fecha donde de disfrutaba de un contexto de bonanza económica en el mundo occidental.
El MINI Cooper S cabrio actual tiene mucho que ver con su antepasado en algunas cualidades como la facilidad de aparcamiento o la calidad empleada de sus componentes, y en otras, no tanto, como por ejemplo el precio de adquisición, salvo que pensemos en otras versiones inferiores ¡claro! Se ha hecho más grande pero, dado que todos los fabricantes de vehículos han aumentado el tamaño en las diferentes clases, se puede decir que sigue manteniendo la esencia original.
Nada más verlo puedes definir sus formas de muchas maneras pero creo que hay un adjetivo que lo describe: “cuco”. Es un coche cuco, coquetón, diría aún más. Lo ves y sus formas mantienen las líneas maestras del original pero ahora dan más sensación de seguridad y de madurez. Acaba de salir el nuevo concept que muestra las futuras líneas de la próxima generación y puedo asegurar que los diseñadores se lo han puesto difícil superar a la actual.
Dentro sucede lo mismo, su estética dominada por el gran velocímetro central destaca por ser diferente a la mayoría de los coches del mercado. Hablando ya de su interior debemos decir que cumple de sobra en cuanto a calidad de los materiales y el ensamblaje de éstos. De hecho, el salpicadero esta realizado en una material muy agradable a la vista y al tacto. Dejando sólo un poco que desear el funcionamiento de la tapa de la guantera que no es tan refinado como el resto del interior. También debemos añadir que es un coche en el que prima el diseño por encima de todo y que por ello hay elementos como el velocímetro central, existe otro medidor digital localizado en el tacómetro de fácil lectura, que te obligará a girar de más la cabeza, o te costará encontrar al principio los bonitos mandos de las ventanas eléctricas, el cierre centralizado o los antiniebla, localizados en el centro del salpicadero en la zona inferior; pero todo esto da igual porque el regocijo visual que te da a cambio compensa con creces. Sucede parecido con los reguladores del climatizador que no con el cómodo mando de control del navegador pero, repito, ¡da igual! su originalidad lo compensa con creces. Nada más montar estuvimos mirando con gran curiosidad todos sus elementos, y si no hubiéramos leído previamente el dossier antes de ir a recogerlo habríamos cogido el manual del propietario para satisfacer nuestra curiosidad sobre elementos como el reloj “Always Open” en vez de ponernos en marcha nada más montarse como sería lo normal.
El equipamiento se serie es bastante completo ya que en seguridad cuenta con airbags para conductor y acompañante, 2 frontales y 2 de cabeza y tórax; Sistema Antibloqueo de Frenos (ABS), Control Dinámico de Estabilidad (DSC III) y sobretodo el interesantísimo CBC (Control de frenada en curva). En cuanto al interior cuenta de serie con climatizador de serie, volante de cuero multifunción, el indicador de presión de los neumáticos o el botón Sport. Este último modifica la dureza de la dirección y los parámetros de la electrónica del motor haciendo más rápido ambos.
El modelo que probamos tenía un extenso equipamiento como ir tapizado en un bonito cuero “Gravity Tuscan Beige” (1.461 euros) con revestimiento interior “Brushed Alloy” (132 euros) y otros elementos tales como: el paquete Chili (2.067 euros) que incluye faros antiniebla, faros de xenón, ordenador de a bordo alfombras velours, etc. Y al cual/cuál se le puede añadir el mencionado acabado interior, llantas de aleación de dos piezas modelo “Web Spoke” con sistema Runflat (639 euros) o el “Acceso confort” 539 euros. También montaba extras como el paquete de iluminación, la capota “Denim Blue”, el control de voz, el sistema de navegación Professional, los intermitentes blancos, el sistema regeneración de la energía de frenado, sensor de lluvia, incluyendo accionamiento automático de las luces de cruce, etc.
Todo esto hace que el sueño se vaya desde 28.800 euros hasta 36.164 euros. La realidad es que la marca ofrece una gran variedad de elementos para personalizar nuestro MINI, es cuestión de nuestra capacidad económica y lo que necesitemos dichos extras.
Si hasta ahora todo han sido halagos debido a lo estético podemos decir que el Cooper S es todavía mejor al volante. La verdad es que durante la prueba hemos disfrutado de un coche que transmite sensaciones de un kart y con el que se puede ir muy rápido. El Cooper S tiene una dirección rápida, precisa que transmite el asfalto y que dirige de forma efectiva las energías creadas por el potente propulsor biturbo que eroga 174 CV y un par constante de 240 Nm a partir de 1.600 rpm hasta el tope de 5.000 vueltas. Esta virtud hace que dispongamos de fuerza en cualquier momento y si necesitamos más potencia pisando el acelerador hasta el fondo notaremos el “extra” de 20 Nm más que entrega el “overboost”. Es un motor que gasta poco realmente y a velocidades legales obtenemos una media de un poco menos de 7 litros. La unidad probada contaba con el sistema Start/Stop que funcionaba realmente bien en ciudad.
Enlaces recomendados
Acelera de 0 a 100 Km/h en 7’7 segundos y tiene una velocidad máxima de 222 Km/hora.
La suspensión y el chasis pueden perfectamente con el coche en curvas y el tacto que tiene los amortiguadores traseros son duros lo cual es normal en un coche con esta relación peso-potencia. La frenada también destaca gracias a sus discos ventilados de 294 mm delante, y a los discos macizos de 259 mm atrás.
Es un coche que transmite seguridad incluso yendo veloz y que cuenta con elementos de seguridad activa como el DSC, poco intrusivo y desconectable, y el CBC o control de frenada en curva que junto al diferencial autoblocante que lleva de serie le hacen muy eficaz en curvas cerradas. Es un vehículo lúdico, llamativo’. pero de carácter deportivo tanto por motor como por su bonito sonido que oiremos en el interior siempre que vayamos rápido.
Ya en viaje notamos que los dos asientos delanteros son los cómodos y que los traseros no lo son tanto. El espacio interior no es muy grande y debemos pensar en la zona trasera para llevar niños, más equipaje o adultos en trayectos muy cortos. Cuenta con un maletero con función “Easy Load”, sistema que ayuda durante la carga del equipaje al poder levantar un poco la tapa de éste, y que sólo tumbando el respaldo obtendremos un gran espacio de carga.
Este convertible tiene una capota textil que está bien realizada, nos aísla bien del exterior y no genera ruidos a alta velocidad. Su manejo es sumamente fácil y tarda 25 segundos en total. Para ello hay un botón en la parte superior del marco del parabrisas que deberemos mantener apretado durante la operación. Se puede accionar en ciudad ya que tiene un límite de 30 Km/h. Su sistema de plegado es curioso porque tiene una primera fase que pliega quedando como una ventana de techo y que permite rodar a 120 Km/h; para continuar con una segunda fase hasta descapotarse entero. Si decidimos hacerlo en invierno podemos asegurar que los asientos calefactables y el climatizador funcionan muy bien.
El coche dispone de un contador de tiempo en forma de reloj, localizado a la izquierda del tacómetro, que nos dice cuantas horas hemos ido con el techo abierto. Dicho indicador es una de las curiosidades que tiene este “personaje mecánico” y que le diferencia de otros coches.
Podemos decir que el MINI Cooper S cabrio es uno de los coches más divertido y originales que hay en la oferta actual con un tacto de conducción casi imposible de encontrar en el mercado. El coche muestra una calidad de acabado y materiales que van en consonancia con su precio y para finalizar añadimos que su adquisición se rige por el corazón, no por la lógica, lo cual es otra de sus virtudes.
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