Efe México
Velas, ropa blanca, impermeables y una fuerte emotividad fueron los principales ingredientes de la manifestación con la que el pasado sábado por la noche decenas de miles de personas ocuparon el centro de Ciudad de México para mostrar su indignación por la ola de violencia que azota al país. Tres horas duró la marcha, bautizada como Iluminemos México, y que estuvo plagada de protestas por la actuación de las autoridades contra el crimen organizado, responsable este año del asesinato de unas 3.000 personas.
Tras un fuerte aguacero, comenzó el recorrido por el Paseo de la Reforma, desde el emblemático monumento al Ángel de la Independencia hasta el Zócalo, una de las plazas más grandes del mundo, con una superficie de 20.000 metros cuadrados. Entre los participantes había familias enteras, con abuelos y niños en cochecitos. Los ciudadanos agitaban banderas y pancartas con el lema Ya basta, mientras gritaban consignas como Queremos paz y seguridad o México unido jamás será vencido. “Hoy se ve más gente que hace cuatro años”, afirmó el trabajador de la Cruz Roja Alfredo Flores, en alusión a una marcha realizada en 2004.