Los otros ojos
Un libro recorre la historia visual de los anteojos, desde los modelos orientales sin patilla a los últimos modelos de gafas de sol
Portada de la revista americana McCall’s para agosto de 1946.
ADN.es
Un esquimal prehistórico, cegado por la intensa luminosidad que desprende la nieve bajo el sol, le hace una hendidura a un hueso y se lo ata ante los ojos para filtrar la luz. Él no lo sabe, pero acaba de crear las primeras gafas de sol.
Entre las suyas y las de cortinilla que los raveros de turno lucen en los festivales veraniegos no hay tantas diferencias, pero sí siglos de moda, inventos y avances ópticos. El coleccionista -tiene 3.000 monturas– y diseñador de gafas Moss Lipow recoge 500 años de historia ocular en el libro trilingue (español, italiano y portugués) Eyewear, a visual history, un repaso a todo lo que por necesidad o placer los humanos se han puesto ante los ojos.
“Cuando de adolescente me pusieron gafas, no me gustó nada la idea. Pero con el tiempo me di cuenta de que no limitaban mi estilo sino que me ayudaban a potenciarlo”, recuerda Lipow, mago del diseño.
El boom de la postguerra
La Segunda Guerra Mundial marcó la frontera entre las gafas funcionales y las de moda. Antes eran puramente un instrumento asociado a una deficiencia (las graduadas, que en Occidente estaban tan mal consideradas como las ortodoncias) o una necesidad (las gafas de sol automovilísticas, las preferidas de Lipow junto a las gafas de seguridad porque “eran estilosas sin pretenderlo”).
Pero a partir de los años cuarenta se empezaron a preocupar por los rayos solares, y estalló la edad de oro de la moda óptica.Se crearon los armazones “pantoscópicos” (en su versión más estilizada, “ojos de gato”) que eran más armoniosos para los rostros femeninos.
El invento del plástico revolucionó el mercado en los sesenta y setenta, cuando creatividad y publicidad montaron la gran cabalgata de la moda: diseñadores como Courrèges y Cardin pusieron su nombre en anteojos copiados aún hoy, mientras que las estrellas se hincharon a anunciar gafas de sol grandes como pantallas de plasma.
Con los años ochenta cada estilo musical incluyó un par en su uniforme: punk, hip hop, electrónica y rock tuvieron unas gafas icónicas. En los tiempos más recientes llegó la madurez comercial de las gafas gracias a las grandes marcas, que las han convertido en verdaderos accesorios de los que ya nadie prescinde.
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