Los mercenarios se quedan en Irak
Una ONG denuncia la impunidad con la que actúan los empleados de las empresas privadas de seguridad
Las empresas privadas de seguridad han hecho su agosto particular en Irak y no piensan abandonar su negocio más lucrativo.
Tras casi nueve años de presencia militar, Estados Unidos pondrá fin a su misión el próximo día 31, pero dejará miles de mercenarios desplegados por todo el país. Según el diario The Huffington Post, más de 5.500 agentes privados serán contratados para vigilar la Embajada de EE UU en Bagdad, que se sumarán a los cerca de 25.000 empleados de compañías de seguridad que trabajan en el país.
Según un estudio elaborado por el Instituto por la No Violencia Activa, en Irak han operado hasta 105 de estas empresas militares, un auténtico ejército en la sombra que, según la ONG, alimenta todavía más el conflicto.
“Los agentes privados de seguridad son factores de violencia en el país y suponen un freno en el proceso de paz. No existe la voluntad política de investigar las múltiples violaciones de los derechos humanos cometidas por estas empresas”, explica Felipe Daza, codirector del Instituto.
El informe de la ONG -elaborado por los abogados Leticia Armendáriz y Jordi Palou-Loverdos, junto con dos investigadores iraquíes- documenta hasta 50 incidentes relacionados con estas empresas, tales como la tortura de presos, disparos indiscriminados contra civiles o agresiones en los checkpoints.
“Generan un clima diario de inseguridad que no recogen las estadísticas, motivado por episodios recurrentes como cuando disparan a un taxista por acercase demasiado a un convoy”, explica Armendáriz.
La policía iraquí todavía está en proceso de construcción y el Gobierno de Nuri Al Maliki se ve obligado a contratar a estas empresas utilizando el presupuesto de EE UU destinado a la reconstrucción de Irak. “Se trata de un negocio redondo“, explica Palou-Loverdos, que denuncia la existencia de “múltiples conexiones entre los dirigentes de estas compañías y la esfera política en EE UU”.
Entre 3.000 y 4.000 agentes privados han muerto desde el inicio del conflicto en Irak, unas bajas que tienen “un coste político menor” que el de los casi 5.000 soldados estadounidenses fallecidos. “Esta es la razón por la que los Gobiernos apuestan por privatizar las guerras”, cuenta Armendáriz.
Sucesos polémicos
Agentes privados de Blackwater matan a 17 civiles
Cuatro empleados de la empresa de seguridad privada Blackwater dispararon injustificadamente contra 17 civiles que murieron en Bagdad en 2007. Según reveló meses depués el periódico The New York Times, la compañía pagó un millón de dólares a una serie de funcionarios iraquíes para evitar represalias. Blackwater fue finalmente vetada por el Gobierno iraquí y tuvo que dejar de trabajar en Irak en 2009. Sin embargo, nunca fue condenada por la justicia gracias a la inmunidad que le otorgó el estadounidense Paul Bremen.
Torturadores a sueldo en la cárcel de Abu Ghraib
Compañías privadas de seguridad participaron activamente en las torturas de la cárcel de Abu Ghraib, uno de los mayores escándalos de la ocupación estadounidense de Irak. Contratistas militares de las empresas ACI y Titan se vieron implicados en 2004, junto a agentes de la CIA, en violaciones de los derechos humanos por el trato inhumano al que se sometía a los prisioneros. Entre otras prácticas, se amarraba a los presos con un collar para perros, se les cubría completamente de heces y se les torturaba conectándolos al cableado eléctrico a través de las manos y los genitales.En muchas de las prisiones iraquíes, según han denunciado reiteradamente las ONG, existe una zona excluyente en la que se realizan los interrogatorios y donde sólo tienen acceso los agentes de las empresas privadas de seguridad, inmunes al derecho internacional.
Disparos a ritmo de Elvis contra los conductores
Se divertían escuchando una canción de Elvis Presley (Mistery Train) mientras disparaban ráfagas de metralla contra todo coche que se les acercaba. La historia sucedió en Irak en 2004 y los protagonistas eran los empleados de la compañía privada de seguridad Aegis, de Reino Unido. Se abrió una investigación sobre el suceso después de que se colgara el vídeo de la juerga en YouTube, pero ni la compañía ni sus trabajadores fueron condenados. Por suerte, no se registraron víctimas.
En cifras
105 empresas militares y de seguridad privada han estado presentes en Irak, 89 de ellas internacionales y 16 iraquíes. La mayoría proceden de EE UU y Reino Unido, aunque también hay constancia de compañías alemanas, francesas, surafricanas y una española con sede en Gibraltar
25.000 es el número estimado de agentes privados que trabajan en Irak. Aunque no hay datos oficiales, el Gobierno iraquí calculó en 2007, momento de más violencia, que los mercenarios llegaban a los 48.000. EE UU enviará ahora 5.000 nuevos agentes.
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