Vamos a entonar entre todos el mea culpa con ayuda de la chavalería de Friends, nuestra serie de confianza de toda la vida. Phoebe, Ross, Rachel, Joey, Monica y Chandler (muchas veces Chandler, se nos ve el plumero) te recuerdan esas mentiritas que te estás contando mientras intentas chapar duro en la biblioteca o en tu habitación en pijama. Let’s go:

1. Voy a pasar los apuntes a limpio

A principio de curso todo son buenas intenciones y está claro que si tienes unos apuntes bonitos, la mitad del trabajo ya está hecho. Pero convertir esos jeroglíficos en algo medianamente inteligible es dedicar un tiempo valiosísimo en una cosa que importa lo más mínimo. Te auto animas, con esa letra ya estás más cerca de ser médico.

2. El lunes empiezo en serio

Empezar a estudiar, como empezar una dieta, es algo que solo puedes hacer en lunes, si no, no funciona. Pero tranquilos, aquí nadie ha especificado qué lunes del año.

3. A en punto me pongo

Al igual que en el caso anterior, también existe una ley suprema que impide a cualquier ser humano empezar una tarea a una hora que no sea en punto. Mala suerte si son las diez y un minuto, tendrás que esperar hasta las once.

4. Un capítulo más y empiezo el tema seis

Aprovecha los 59 minutos que quedan hasta la siguiente hora en punto y mírate un inocente capitulillo de esa serie que te tiene loco. El tema seis puede esperar.

5. Un café para descansar y retomo con ganas

Resulta que la serie se ha vuelto interesante, y que entre una cosa y otra ha dado la hora de merendar. Un descanso para un cafelito no ha matado a nadie. No te preocupes, mientras no pares de tomar café no estarás auto engañándote.

6. Tengo que acostarme pronto

El día toca a su fin y no has hecho nada. Decides acostarte pronto para aprovechar al máximo el día siguiente. Pero un vacío existencial se apodera de tu cuerpo y la preocupación por no haber estudiado te reconcome. No duermes, pero tampoco estudias.

7. Tengo que levantarme pronto

No hace falta explicar nada. Ningún estudiante que se precie de serlo madruga.

8. Hoy no salgo

Definitivamente es hora de ponerse serios. Este finde no sales. Te deprimes pensando en que tus amigos si salen.  Y bueno… Sólo son unas cañas… Y en fin…

9. Vale, salgo, pero solo a tomar una caña y pa’ casa

Salir un rato te va a sentar bien. Así despejas la cabeza de esos apuntes indescifrables. Indescifrables acaban siendo los whatsapp que dejas por el grupo de clase.

10. Este tema fijo que no entra

Y te lo saltas, porque el examen es mañana y te ha pillado el toro. Otro año más te sorprendes a ti mismo haciendo la quiniela con las preguntas del examen y, seamos sinceros, ni la probabilidad ni el azar se han puesto nunca de tu parte.

11. Mañana repaso todo antes de entrar al examen

No, eso no es repasar, querido. Eso es pasear por el pasillo toqueteando los apuntes como si eso de absorber conocimiento no fuese una metáfora.

12. Voy a suspender (y apruebas)

Todos los que han aguantado tus dramas ahora te odian. Pero has aprobado así que ¡qué más da!

13. Voy a aprobar (y suspendes)

Todos lo que te han dicho que deberías haber estudiado más ahora te increpan. Pero has acabado así que ¡qué más da!

14. Para la próxima me pongo a estudiar un mes antes

Lo dices todos los años para continuar con el círculo de mentiras. No te arrepientes de todas las excusas que has puesto. Si no mintieras, estudiar perdería su esencia.