Los adolescentes beben tanto como los adultos
Un estudio de la Universidad de Valencia asegura que un chico de 14 años consume niveles de alcohol como un joven de 20 | Suelen practicar el ‘binge drinking’, o tomar unas cinco copas en dos horas
Los adolescentes españoles beben ya cantidades máximas de alcohol similares a las que toman los universitarios. Según una investigación realizada sobre el botellón en 6.000 jóvenes, los chicos y chicas de 14 años beben como si tuviesen más de 20.
El trabajo, desarrollado en las ciudades de Valencia, Alicante y Castellón, revela que el 31,9% de las adolescentes de 14 a 18 años practican el consumo intensivo de alcohol o binge drinking, que consiste en tomar cinco o más bebidas en dos horas, y alcanzan los 88 gramos de alcohol. El porcentaje de las universitarias que practican ese atracón es similar (31,7%) al de las más jóvenes y también lo es su consumo (97,7 gramos de alcohol en dos horas). El 24 % de los chicos beben hasta llegar a los 125 gramos de alcohol en dos horas, mientras que un 12% de los universitarios llegan a los 130.
Mayores riesgos
Las cifras demuestran que se está produciendo “una radicalización del consumo entre los más jóvenes”, explicó ayer la doctora Maite Cortés Tomás, profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de Valencia. Según el estudio, los adolescentes de hoy han comenzado antes a beber que los actuales universitarios, en concreto, los que tienen 14 años comenzaron a los 13 y los que tienen 18 años, a los 15. “Están expuestos a tener antes problemas de memoria, aprendizaje o planificación y un mayor riesgo de desarrollar una adicción al alcohol”, ya que han empleado menos tiempo en tener patrones adultos, añadió la doctora Cortés Tomás. La experta recordó que varios estudios realizados en adolescentes de entre 13 y 17 años que bebían en exceso demostraron que tenían un 10% menos de capacidad para recordar datos, controlar los sentimientos o tomar decisiones con criterio.
EL APUNTE
Sí piensan en la suciedad y el ruido
Los menores tienen un escaso conocimiento de las consecuencias bio-psicológicas del consumo de alcohol desde temprana edad, aunque sí son conscientes de las consecuencias sociales del botellón, entre ellas el ruido, las peleas o la suciedad, aseguró la especialista de la Universidad de Valencia. “Es evidente la necesidad de incrementar el nivel de conciencia de los más jóvenes sobre la consecuencias personales de su conducta con el alcohol, no sólo mostrándolas a través de los medios de comunicación, sino cambiando la mentalidad de las familias”, concluyó la doctora Cortés Tomás.
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