Lo que falta para el AVE a León
En siete de los diez subtramos entre Palencia y León todavía no está listo el proyecto
L.C. León
La llegada del AVE a León se ha convertido desde la pasada legislatura en uno de los proyectos más deseados, más costosos y más polémicos de cuantos hay planificados en la provincia. La apertura a finales del pasado año de la línea entre Valladolid y Madrid, acercaba un poco más la alta velocidad a León, sin embargo, todavía queda por completar el enlace en la capital vallisoletana y Palencia, y los más de 100 kilómetros que separan a esta con León.
Posteriormente, León se enlazará con Asturias a través de otra de las infraestructuras faraónicas que son necesarias en esta línea de alta velocidad: los túneles de pajares. Una obra compleja que cuando esté concluida permitirá unir Madrid y Oviedo, pasando por León, en un tiempo récord, aunque por ahora, la única realidad operativa es el tramo Valladolid-Segovia-Madrid.
En los últimos meses, y al margen de la guerra de fechas sobre la llegada definitiva del AVEa León y su integración en la capital y en San Andrés del Rabanedo, el tramo de 111,6 kilómetros entre Palencia y León, que se ha dividido en una decena de subtramos para facilitar la tramitación y la ejecución de las obras, ha sufrido algunos avances. El último este misma semana cuando se ha licitado en 25 millones de euros el tramo de cinco kilómetros entre Onzonilla y la futura estación de León. Se trata de la inversión más importante hasta ahora en el tramo que afectará a la entrada del tren en la ciudad y que se suma a los 17 millones invertidos en la variante ferroviara para el tráfico de mercancías cuyas obras están muy avanzadas y los 8 millones de las obras de seguridad, en total 50 millones de euros.
Precisamente esta cantidad forma parte de los 380 millones de euros, según el proyecto inicial, que costará el tramo que discurre por León entre el soterramiento, la integración y su prolongación bajo tierra hasta San Andrés del Rabanedo. Una cuantía que según las previsiones será incluso superior a lo que costarán todo el resto de tramos entre Palencia y León.
Otros de los avances más significativos que se han llevado a cabo en los últimos meses en el trazado entre estas dos ciudades son las adjudicaciones de los subtramos entre Río Cea y Bercianos del Real Camino y entre Grijota y Becerril de Campos, convirtiéndose en los más avanzados de los 111,6 kilómetros.
El primero de ellos, de 10,5 kilómetros de longitud, se adjudicó a finales de marzo de este año por 36 millones de euros y con un plazo de obra de 19 meses, por lo que en el mejor de los casos no estaría listo hasta octubre de 2009. Entre los elementos singulares de este subtramo destacan la construcción de dos viaductos sobre el río Cea el del Camino de Santiago, y el del arroyo del Coso, con una longitud de 116,442 y 152 metros de longitud, respectivamente. Asimismo, y para salvar el fuerte esviaje (oblicuidad) entre la autovía León-Burgos y la futura línea ferroviaria, se prevé la construcción de una estructura tipo pérgola de 152 metros de longitud.
El segundo de los tramos más avanzados (Grijota-Becerril de 13,3 kilómetros) se adjudicó a finales de mayo de este año por un importe de 22,18 millones de euros y un plazo de ejecución de 19 meses, por lo que debería estar terminado a finales de 2009 o principios de 2010.
El tercer tramo más avanzado es el anteriormente mencionado acceso a la estación de León desde Onzonilla, que se acaba de licitar y para el que se prevé un plazo de obras de 20 meses desde su adjudicación por lo que, dependiendo de lo que tarde esta tramitación, habrá que esperar hasta mediados de 2010 para verlo finalizado.
Con estos tramos todavía se cumplirían las previsiones más optimistas del Ejecutivo central que han fechado en el año 2010 (aunque el subdelegado del gobierno esta semana ya habló de principios de 2011) la llegada definitiva de la alta velocidad a la capital. Sin embargo, el resto de subtramos entre Palencia y León todavía se encuentran en la fase de redacción del proyecto, por lo que les quedaría aprobar el proyecto, licitarlo, adjudicarlo y ejecutar las obras, un proceso complejo y largo que podría dar al traste con esas previsiones.
Más aún si se tiene en cuenta que son siete los tramos que todavía se están tramitando, Becerril de Campos-Valle del Retortillo, Valle del Retortillo-Pozode Urama, Pozo de Urama-Grajal de Campos, Grajal de Campos-Río Cea, Bercianos del Real CaminoSantas Martas, Santas MartasNacional 601, y N-601-Onzonilla, a lo que habría que sumar la integración en León y San Andrés, la integración en Palencia, el nudo de 7 kilómetros entre Venta de Baños y Palencia y la conexión de este con Valladolid. Tal vez demasiados ‘frentes’ para un plazo tan ajustado como 2010.
La construcción de este corredor supondrá, según el Adif, el establecimiento de una nueva relación ferroviaria de alta velocidad entre ambas ciudades así como la prolongación en Castilla y León de la línea Madrid-Segovia-Valladolid en dirección hacia Asturias, lo que mejorará la “vertebración socioeconómica de la Comunidad”.
Sin embargo, la continuación hacia Asturias también tiene en el camino la construcción del tramo entre León y La Robla que todavía no está definido y ni siquiera tiene plazos fijados y especialmente el reto arquitectónico que suponen los túneles de Pajares, de 25 kilómetros de longitud cada uno, los más largos de Europa y los séptimos del mundo. En este caso las obras avanzan a muy buen ritmo. Los trabajos de tunelación en el tramo leonés ya está acabados y faltan muy pocos kilómetros del tramo asturiano, por lo que antes que finalice el año 2009, podrían estar listo incluida la electrificación de la línea. Serán 2.400 millones de euros de inversión para una obra que supondrá el último obstáculo de este tramo Madrid-León-Oviedo.
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