Libros 2087
La barbarie. (Alberto Vázquez-Figueroa. Ediciones B. 27,50 euros) En sus últimas novelas, Vázquez-Figueroa ha ido mostrando una cara cada vez más airada frente a situaciones de injusticia, como esa criminal distribución de los recursos naturales que provoca hambre y sed en gran parte de la humanidad, o ante la ambición de los poderosos. En esta novela anuda de nuevo lacras reales –la amenaza del islamismo, la crisis de los refugiados, la contaminación…– con sus experiencias –incluye documentos que dan fe de la persecución sufrida en persona– y sus conocimientos sobre los hilos que mueven el mundo para espolearnos con una trama absorbente. Y sugiere soluciones.
Secuestrar a un general. (Patrick Leigh Fermor. Berenice. 19,95 euros) El secuestro de un general alemán en Creta durante la II Guerra Mundial es una de esas proezas que no necesitan de la ficción para asombrarnos. Uno de sus protagonistas, el luego famoso escritor de viajes Patrick Leigh Fermor (1915-2011), entonces comandante del Servicio de Operaciones Especiales británico, eleva a vibrante literatura la crónica de aquella hazaña, posible gracias al arrojo y a la ayuda de los cretenses. Las terribles represalias de los alemanes convierten estas páginas en homenaje a los que las sufrieron. Esta edición, la primera con el relato íntegro, se completa con informes de guerra, fotos y una guía de la ruta seguida por aquel escarpado terreno.
El chico que nunca existió. (Sjón. Nordica Libros. 17,50 euros) El islandés Sigurjón Birgir Sigurðsson, que firma Sjón, ha destacado como gran autor de canciones, poeta y narrador. Con esta historia de un joven chapero cuya afición al cine le permite evadirse de su sórdida existencia quiere recordar a un tío suyo, marino, alcohólico, bibliófilo, socialista y homosexual, víctima del sida. Un relato esperanzador, ambientado en la Reikiavik de 1918, entonces diezmada por la epidemia de gripe española y envuelta en las luces inciertas que provocaba la erupción de un volcán. Una atmósfera propicia para ocultar, con doble moral, viles secretos, y para que se confundan realidad y fantasía.
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