El estudiante

John Katzenbach. Ediciones B. 20 €.

Un nuevo y adictivo thriller del maestro estadounidense del género. Entre sus ingredientes, un psicópata asesino, un grupo de alcohólicos, la venganza como móvil y la disyuntiva de quebrantar o no la ley para enfrentarse al mal.

No estamos solos

El Gran Wyoming. Planeta. 17,50 €

La política entendida como reivindicación, no como el acto de depositar cada cuatro años el voto en la urna. Así la conciben los protagonistas de este libro. Son las voces de los que no se han resignado ante los desahucios, los recortes, el IVA cultural, el urbanismo impuesto… Hacen cosas, dice El Gran Wyoming, pero parecen invisibles porque su repercusión pública es mínima y se tergiversan sus fines, y sus medios. Con entusiasmo y sin derrotismo: su creencia de que así se mejora la sociedad los arrancó del sillón ante la tele, de la apatía, del conformismo… Tienen mucho que enseñarnos.

Los nombres que jamás serán pronunciados

Alicia Huerta. Palabras de Agua. 19,95 €

Tras haber ejercido la abogacía durante diez años, Alicia Huerta vivió en Londres y Roma, donde en paralelo con su actividad como traductora se despertó su afán de escribir. Es autora de Delirios de persecución (sobre el tráfico internacional de obras de arte) y Cosas que ocurren aunque tú nos las veas (una historia de superación personal tras sufrir el engaño). En su tercera novela, Los nombres que jamás serán pronunciados, Alicia Huerta –columnista y crítica de ópera y de cine en el diario digital El Imparcial– se adentra en un tema escabroso: la venta al mejor postor de niños robados, un escándalo que sigue sacudiendo a la sociedad española.
En Los nombres… se narra la vida de dos mujeres que fueron secuestradas en su infancia. Una de ellas, Silvia, cansada del angustioso secreto que atenaza su vida, decide escapar de la red de mentiras que la envuelve y contarlo todo, pese a que la trama culpable de su desgracia está relacionada con los servicios de inteligencia nacional dirigidos por el almirante Luis Carrero Blanco. A priori, demasiado enemigo. Pero no suficiente para el coraje de la protagonista.