Libros 1916
- ‘La salvación de Rachel’
John Locke
Ediciones B. 16 euros
No codiciarás, no desearás de más
Gozar de una posición económica holgada y tener una pareja sólida lleva a algunos, paradójicamente, a complicarse la vida. En la realidad y, como reflejo, en la ficción. Sam Case está casado con una mujer guapa e interesante –Rachel–, tiene un buen trabajo y una vida confortable. Pero quiere más, y utiliza un programa informático para hacerse rico blanqueando dinero lejos del alcance de los organismos oficiales. Ya puestos, ¿por qué no una cana al aire con una chica atractiva? Esa será su perdición y le lleva a un tobogán que el autor maneja con insólita facilidad. De paso, siempre sin conceder un respiro, el desarrollo de este relato pleno de gancho señala con detalle las miserias del alma humana.
- ‘Confesiones al psicoanalista’
Izara Batres
Ediciones Xorki. 10 euros
Locura de humor
Acostumbrados como estábamos a disfrutar de los versos de esta poeta con título de periodista, resulta en principio extraño leerla en unos relatos tan breves como repletos de locura y humor. Pero no se tarda en encontrar la temática profundamente humana que destila la pluma de Izara, ya sea con la historia de un hombre traumatizado por Rafaella Carrá y Heidi, o recreándose en una pareja de enamorados que pretenden asesinarse de múltiples maneras. Un delirio in crescendo que le sirve para retratar, con brillante estilo, los más oscuros recovecos de las pasiones humanas, incluidas las de la madre de un dictador repleto de complejos, valga la redundancia.
- ‘Mad women’
Jane Maas
Lumen. 15,90 euros
Mujeres cuerdas
El éxito de la serie Mad Men ha extendido una ristra de tópicos sobre el mundillo de la publicidad en los años sesenta: derroches de creatividad –porque en cuestión de anuncios casi todo estaba por inventarse–, envueltos en machismo, alcoholismo, sexo, fiestas desenfrenadas… La directora de publicidad Jane Maas, una veterana de aquellos tiempos que tuvo que lidiar con los prejuicios consabidos, confirma en esta nueva obra todos esos lugares comunes; pero sus recuerdos son amables en general. Ella y otras que menciona pudieron triunfar en ese ambiente, y según se avanza en estas entretenidas páginas queda claro que evocar esas anécdotas es una excusa para hablar una vez más de una profesión a la que ama.
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