Las heridas del 11-S en Madrid
El palacio de Cibeles se conecta a Nueva York con una exposición-homenaje | ‘Memoria Fragmentada se puede ver hasta el 19 de febrero
La “última viga” marcó el punto de búsqueda de los bomberos
Ayto. Madrid
El palacio de Cibeles quedó ayer conectado con Nueva York mediante la exposición- homenaje que alberga su espacio cultural, el CentroCentro, y que plasma las heridas del 11-S. Lo primero que acude a la cabeza al pensar en el ataque a la Gran Manzana es la inmensidad de la catástrofe. No sólo el número de muertos (cerca de 3.000) sino las propias dimensiones físicas: las ciclópeas estructuras retorcidas como chicle blando, las antenas hundidas, las vigas de decenas de toneladas quebradas, los coches aplastados a los pies de las torres…
Todo eso se verá en Memoria Fragmentada de Francesc Torres hasta el 19 de febrero, inaugurada ayer por el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y el embajador norteamericano Alan Solomont.Pero la mirada de Torres a la colección de objetos que se apilaron en el hangar 17 del aeropuerto de Nueva York -una nave desconchada de TowerAirline- “una colección desordenada de la tragedia”, dice, puntea la Historia, ya en los libros, con pequeñas historias que se quedan en la memoria.
La brigada 41
Sus fotografías, en videopantallas enormes, retratan, por ejemplo, la Última Viga, el resto final que llevaron al hangar en mayo de 2002 marcada como SQ41, un sigla que sirvió para indicar el lugar donde se hallaron los cuerpos de tres bomberos de la brigada 41 y señaló el camino para rescatar los cuerpos de otros tres compañeros desaparecidos. O la viga M-2 que, tras ser descuajada por el avión, atravesó los pisos del 93 al 96 de la torre norte. Todo apilado en una vieja estructura para aeronaves. Y como detalle irónico, la muestra exhibe un expositor de gafas reales, 22 ejemplares, llenos de polvo pero con los cristales enteros tras derrumbarse los colosos del World Trade Center. Dos plantas más abajo, algo segregada, el centro ha colocado las fotos de Joel Meyerowitz, que pudo tomar instantáneas a los pocos meses del ataque y, de nuevo, en 2010. Un puñado de guiños a la reconstrucción de la Zona Cero.
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