El periódico sensacionalista The Sun ha colgado en su página web un vídeo en el que aparece la cantante británica Amy Winehouse en su casa, supuestamente fumando crack.

En la grabación, la cantante, de 24 años, explica que se ha tomado “seis valiums” para, acto seguido, encender una pipa, que según el tabloide es de crack, y darle una calada.

Las imágenes fueron grabadas el pasado viernes, minutos después de las cinco de la madrugada, en la residencia londinense de la cantante, que es la única persona a la que se ve en el vídeo. Según The Sun, Winehouse, que tiene seis candidaturas a los próximos premios Grammy, consumió también éxtasis y cocaína esa misma noche.

Tanto el agente de la cantante como la Policía Metropolitana de Londres han declinado hacer cualquier declaración al respecto.

La gran polvareda

El padre de la cantante, convencido de que su hija ha tocado fondo, no ha dudado en declarar a the Sun que el polémico vídeo “puede ser lo mejor que le haya pasado”.

La compañía discográfica de Winehouse, Universal, ha expresado su decepción y enfado por la difusión del vídeo y ha manifestado su compromiso de ayudar a la cantante en todo aquello que necesite.

Tras hacerse públicas estas imágenes, los seguidores de la cantante han hecho llamamientos a través de la página web de la artista en los que le piden que deje las drogas. “Amy, por favor, consigue ayuda antes de que sea demasiado tarde”, escribe uno de ellos, mientras que otro le pide que no eche por la borda todo su talento.

Actuación prevista en la gala de los Grammy

Winehouse actuará junto con Mark Ronson el próximo 10 de febrero, tal como estaba previsto, en la ceremonia de entrega de los Grammy, según han confirmado los organizadores. La cantante compite al mejor disco del año por Back to Black y a la mejor canción, por Rehab, en la que describe su renuencia a ingresar en un centro de desintoxicación.

Su marido, Blake Fielder-Civil, está en prisión condicional acusado de agredir al dueño de un pub e intentar obstruir el curso de la justicia. A finales de noviembre pasado, la cantante canceló todas sus actuaciones previstas para el resto del 2007: “No puedo darlo todo en el escenario sin mi Blake”, confesó.