La metodología en la cantera
Los clubes más importantes, como Barça y Espanyol, trabajan su base a través de una estructura formativa
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El Benjamín A del Barça celebra la Copa Catalunya.
FC BARCELONA
La cantera del Barça está reconocida como la mejor del mundo. Y la del Espanyol es una de las mejores de España. Ambos clubes acaparan la mayoría de los títulos nacionales en diferentes categorías y sus éxitos se deben a un buen trabajo desde la base, de prebenjamines a juveniles, sustentado en una estudiada estructura formativa.
La metodología de los clubes más importantes de Cataluña parte de premisas similares. Todo arranca de la escuela de fútbol, de donde salen la mayoría de prebenjamines (6-7 años) y benjamines (8-9), y los entrenadores que dan el salto a los equipos oficiales.
“A estas edades, más que un entrenador buscamos un formador, un educador que sepa de fútbol”, explica Albert Villarroya, coordinador de fútbol 7 (de prebenjamín a alevín) del Espanyol.
A partir de ahí se superan etapas siguiendo unas pautas de aprendizaje: “Tenemos una guía de metodología y conceptos de entrenamiento establecidos. Implantarlos correctamente ya es función del entrenador”, indica Albert Puig, secretario técnico formativo del Barça y hombre de confianza de Guillermo Amor.
Momento sensible
Una estructura formativa ideal divide los contenidos a entrenar por etapas y por el momento sensible del jugador. Los más pequeños son los más individualistas. Quieren jugar sin parar, tener la pelota todo el día. Por eso, aprovechan esta situación para trabajar conceptos individuales: conducción, regate, control y pase.
“En una estructura formativa, si el fútbol fuera como la educación, los prebenjamines no deberían aprender córners ensayados, de la misma manera que a un alumno de primaria no se le enseña a hacer raíces cuadradas”, explica Juanan Gil, ex coordinador del Sant Cugat Esport, contratado este año por el Barça. “Es importante trabajar bien con los chavales desde que empiezan, a los cuatro años”, añade.
Adrián Bernabé, una de las perlas de la cantera del Espanyol.
ADN.es / RCD ESPANYOL
La figura del formador es clave. Los niños aprenden por imitación y reconocimiento, y es muy importante que el entrenador les felicite cuando hacen bien una acción: “Si funcionas a base de broncas, el niño no aprende. Si le das un estímulo positivo a un jugador, los demás querrán el mismo reconocimiento y se esforzarán por lograrlo. Eso que hicieron bien será lo que le cuenten a sus padres después”, continúa el técnico. “Hay que dar tres respuestas positivas por cada una negativa”, recalca Gil.
Los clubes se aseguran de su cumplimiento. “En el Espanyol tenemos la figura del psicólogo deportivo, que se fija en la relación entrenador-niños, en cómo se comporta y le orienta”, comenta Villarroya.
Entrenador de entrenadores
Algunos equipos incluso tienen la figura del entrenador de entrenadores, que son técnicos que observan e incluso graban las sesiones para luego reconocer qué se hace mal y corregirlo.
Pero para tener éxito lo que acaba diferenciando un jugador de otro es la calidad: “El talento natural se adquiere antes de los 11 años con mucho fútbol. Hay chicos que tienen mejores aptitudes coordinativas, de lectura de juego o de controlar el espacio. Luego los acabamos de moldear en el estilo Barça”, analiza Albert Puig.
¿Pero este talento es natural o fruto del trabajo? “Es innato, pero para aprovechar todo el potencial de un niño es fundamental la figura del entrenador. Sin él, el jugador sería anárquico y no adaptaría sus cualidades al fútbol del equipo. Si no fuera así, habría gente que trabajaría 20 horas al día para poder ser futbolistas”, concluye el técnico perico.
EL FÚTBOL BASE MUEVE MILLONES
Jugadores de la Damm.
ADN.es / CFDAMM.CAT
Además de Barça y Espanyol, el fútbol base catalán cuenta con otros ‘grandes’. Los principales, la Damm y el Cornellà. El equipo cervecero maneja un presupuesto de un millón de euros, y no tiene equipo amateur. Su primer equipo es el Juvenil A, y funciona sin ánimo de lucro. Todo pasa a través de la Fundación Damm, y no hace negocio con los futbolistas.
Sí lo hace el Cornellà, que vio cómo hace tres años el Arsenal se llevaba al central Ignasi Miquel y que tiene un acuerdo de colaboración con el Blackburn Rovers. Estos días, nueve de sus jugadores se encuentran en un ‘stage’ en la academia del club inglés.
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