La derrota con nombre de mujer
Mario Gas presenta en Matadero Madrid ‘Las troyanas’, basada en el texto de Eurípides y centrada en las mujeres como “grandes perdedoras de todas las batallas”
Mario Gas evidencia la perpetuidad de la condición humana a través de la tragedia griega Las troyanas, texto de Eurípides que traslada de los anfiteatros en los que se ha representado este verano a un “espacio cerrado pero no convencional”, las Naves del Teatro Español, situadas en el Matadero de Madrid.
Para Mario Gas, director del montaje y encargado de su espacio escénico, “los clásicos griegos son los grandes contemporáneos” y por ello se ha decidido a relatar el último día de la guerra entre griegos y troyanos y sus consecuencias para las mujeres, “grandes perdedoras de todas las batallas”.
La coproducción del Teatro Español, Cáceres 2016 y el Festival de Mérida, que pone en escena Gas a partir de la versión realizada por Ramón Irigoyen, llega mañana al Matadero, donde permanecerá hasta el próximo 28 de septiembre, tras haber sido vista por más de 18.000 personas después de su representación en el Festival de Mérida y en el GREC de Barcelona.
Escrita por Eurípides (c.485-406 a. C.) y representada por primera vez en la primavera del 415 a.C., la obra está inspirada en los acontecimientos del invierno del año anterior, cuando los atenienses vencieron la guerra contra Melos, asesinaron a los enemigos varones y vendieron a las mujeres y los niños troyanos como esclavos. La derrota troyana, sobre todo la femenina, y sus consecuencias son el tema central de la historia.
Según Gas, este texto retrata con plena vigencia a vencedores y vencidos y “a las causas engañosas de las guerras”, que a día de hoy siguen manteniéndose de mcguffins -las justificaciones argumentales empleadas por Hitchcock en su cine-.
Helena como excusa
En el caso de Las troyanas, es Helena la causa por la que nace el conflicto bélico narrado en este montaje, un personaje interpretado por Clara Sanchís, quien coincide sobre el escenario con Eduardo Mac Gregor -Poseidón-, Antonio Valero -Menelao-, Ángel Pavlovsky -Palas Atenea- o Gloria Muñoz, quien encarna a Hecuba, reina de Troya convertida en esclava para los griegos.
A la hora de abordar este personaje clásico, la actriz ha disfrutado de las contradicciones “de una mujer oprimida, de una persona vencida y perdedora pero que es a su vez un personaje muy político, lleno de odio y de venganza”.
“Hecuba hubiera participado en algo similar si su pueblo hubiera ganado”, ha apuntado hoy Muñoz, habitual en los montajes de Mario Gas: “Nos gusta el mismo teatro y hacerlo de la misma manera”, ha explicado la intérprete.
Las troyanas supone el regreso de Mario Gas al teatro clásico griego, un paso que el director considera natural, después de abordar La Orestiada de Esquilo y preparar Edipo junto a su amigo y traductor Carlos Trías, fallecido hace ahora un año.
Comentarios recientes