Jean Claude Trichet es un francés, más bien bajito, más simpático de que suelen ser los gabachos y muy poderoso. No es muy popular, ni tan siquiera muy conocido, pero quizá sea quien más influya en la vida de cientos de miles, de millones de decenas de millones de europeos. Trichet, realmente, quizá sea el hombre más poderoso de Europa. No es Jefe de Estado, ni Jefe de Gobierno. Tampoco es ministro, ni tan siquiera presidente de alguna gran multinacional, perversa en el imaginario colectivo. El franchute Trichet es el presidente del Banco Central Europeo (BCE), que es el organismo encargado de fijar los tipos de interés, el precio del dinero. Pues bien, Trichet, que tiene su cuartel general en Francfurt, ha anunciado que el BCE no sólo no bajará los tipos de interés a corto plazo, sino que lo más probable es que los vuelva a subir. Trichet no decide por su cuenta, lo hace en nombre del órgano colectivo -con representantes de casi todos los países de la zona euro-, pero su opinión suele ser decisiva. Cada vez que Trichet y el BCE suben -o bajan- el precio del dinero, todos los europeos que tienen créditos pendientes -hipotecas incluidas, por supuesto- se ven afectados. Ningún gobierno puede hace nada parecido. Sólo el anuncio de que podría subir el precio del dinero ha hecho que el Euríbor alcance máximos históricos y lo peor parece que no ha llegado. El horizonte, al final de la primera semana de junio, se completa con el precio del petróleo por encima de los 130 dólares, con amenazas de más alzas. Además, en Estados Unidos el aumento del paro ha sido el mayor en 20 años y, claro, las bolsas se han dado otro batacazo considerable. Parece la crisis perfecta. Quizá todavía no lo sea, pero desde luego, esto se pone feo. (Por cierto Trichet no sube el precio del dinero por masoquismo. Aunque sea difícil de entender por los sufridores de las hipotecas, lo hace para luchar contra la inflación e impedir, entre otras cosas, que haya más paro´. Es decir, intenta, como otros evitar la tormenta perfecta. Pero nadie le garantiza el éxito)
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