La batalla electoral del 20N se libra en las redes sociales
Rubalcaba y Rajoy han entendido el potencial de internet, pero fallan en la forma y los mensajes
Rubalcaba y Rajoy, en una imagen de archivo.
ADN.es
Sin atriles, pero con caracteres, sin posados, pero con avatares personalizados. La campaña electoral del 20N, que arranca el jueves por la noche, se libra en el ciberespacio.
Hoy sería impensable no hacerlo: ningún político acallaría voluntariamente a sus votantes.
Siguiendo el ejemplo de Obama -que llegó a la Casa Blanca en 2008 tras una exitosa estrategia en la red-, y salvando las distancias, Rubalcaba (@conRubalcaba) y Rajoy (@MarianoRajoy) luchan ahora por entrar en la Moncloa también por la vía del teclado.
Han entendido el potencial de Twitter, Facebook y Youtube, entre otras plataformas, a la hora de hacer campaña, aunque aún no las desarrollan de una forma adecuada. Los malos hábitos, dicen, siempre son difíciles de quitar.
Un nuevo ecosistema
Según Antoni Gutiérrez-Rubi, asesor de comunicación (www.gutierrez-rubi.es), internet es “un nuevo ecosistema donde los políticos no deberían comportarse a la vieja usanza“.
Los discursos de arriba abajo, la propaganda y los mensajes opacos están obsoletos en el ciberespacio.
“Los políticos tienen que comprender que las redes sociales son un auténtico sensor de los ciudadanos”. De ahí que la conversación entre Rajoy y Rubalcaba con los ciudadanos tendría que fluir de forma cercana, horizontal y directa.
No es el caso: y para muestra, un botón. Tal y como apunta José Manuel Sánchez, profesor de Comunicación Política de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid, del 28 al 15 de octubre, Rubalcaba sólo tuiteó personalmente un o,o4% de los tweets de su cuenta. Rajoy alcanzó poco más del 1%. “Para qué lo hacen, si no conversan?”, se pregunta.
Un cambio profundo
“La red es muy alérgica a la publicidad, exige autenticidad y los candidatos no lo cumplen. La concepción de la política debe cambiar de una forma profunda”, señala Gutiérrez-Rubi.
El mejor mensaje político 2.0 no es aquél que buscamos, sino el que nuestros amigos nos recomiendan, el que se comparte.
QUÉ HACER
Transparencia. El mensaje en las redes sociales debe ser claro, abierto y transparente. No valen las declaraciones a medias.
Aceptación. Los políticos “tendrían que saber que sus cargos van unidos a la crítica social, y estas plataformas son muestra de ello”, dice Sánchez
Cercanía. Los ciudadanos prefieren un vídeo, un comentario o un blog personal a una noticia colgada en Twitter que está destinada a los medios, no a ellos.
Diálogo. Tanto Rajoy como Rubalcaba deberían dialogar, contestar a los ciudadanos de una forma sencilla, próxima y sensible. Se trata de interactuar.
QUÉ NO HACER
Rebeldía. Ante una polémica, no hay que avivar el fuego. “González Pons (@gonzalezpons) es un experto”, apunta Sánchez. Mejor, diplomacia y educación.
Propaganda. Rubalcaba intercambia ‘merchandising’ por menciones en las redes. A raíz de ellos surgió el sarcástico ‘hashtag’ #prostituit.
Prohibición. Ocurrió con #avatarmariano, una broma en Halloween en la que el PP pidió a los usuarios retirar sus mofas. La situación empeoró.
Compromiso. Es clave entender el canal para luego comprometerse. Tomás Gómez (@contigotomas) ‘desapareció’ días después de los resultados de mayo.
Comentarios recientes