Higuaín hace de Ronaldo
El delantero argentino fulmina al Espanyol con tres goles y relanza las aspiraciones del Madrid (0-4)
Higuaín celebra su segundo gol.
Reuters
Higuaín hizo de Cristiano Ronaldo. El instinto asesino que temía Mauricio Pochettino del portugués antes de empezar el partido se instaló en la mente del argentino, que sentenció al Espanyol con un ‘hat trick’. Y con un segundo gol espectacular.
La falsedad de que la Liga no sería bipolar, la fantasía de una competición más igualada, se esfumó ayer. Barça y Real Madrid ya se asoman a lo más alto de la clasificación y, desde ahora, pondrán todos los motores en marcha. El que menos se cale, ganará la Liga. El resto remará hasta donde puedan.
No hay más, pese a los espejismos de la Real Sociedad y del Valencia (en el caso del Barça) y del Levante y el Racing (en el del Madrid).
Y no hay más porque cuando arranca Cristiano Ronaldo, por ejemplo, no hay táctica que se resista ni planteamiento de Pochettino que valga; y porque si se asocia con Higuaín, el asunto se convierte en irremediable para casi cualquier rival.
Endiablado
Del portugués nació un tiro endiablado en el minuto dos que Cristian despejó al palo como pudo; y la jugada que dio el primer gol al Pipita (un minuto después de que Romaric estuviera cerca de un gol desde el centro del campo). Y la asistencia a Callejón en el 0-3.
Es curioso. Ronaldo ha decidido ceder el protagonismo que tanto le gusta. Y hasta parece disfrutar más al dar asistencias y jugar para el equipo (ni siquiera tira todas las faltas).
Y cuando lo hace, las cosas parecen funcionar mejor para el Madrid. Otros se benefician de su portentosa clase, como ayer Higuaín.
El argentino asumió el protagonismo que tantas veces se ha quedado el portugués. Su primer gol fue un ejemplo de definición. El segundo, de potencia. El tercero llegó cuando el Espanyol hacía tiempo que había bajado los brazos, extenuado e impotente ante la espectacular pegada blanca.
Higuaín acumula ya cinco goles y reclama aquel rol que perdió, tras su larga recuperación de su hernia discal. Y pugna por volver a ser un goleador indiscutido desde que aquel tanto que falló ante el Lyon, en la Champions, en el Bernabéu, le pusiera la cruz para muchos.
Higuaín, hombre discreto, fulminó un partido que el Espanyol encaró con tan buenas intenciones como inocencia. Y dio argumentos a las mentes estrechas que acusan al Espanyol de achicarse ante el Madrid, sin entender que lo que sucede es que la diferencia entre los dos equipos es abismal. De cuatro goles, como mínimo.
Comentarios recientes