El colectivo de Bicicrítica se lo recuerda cada jueves. Pero fue ayer cuando el alcalde popular y candidato a renovar su mandato, Alberto Ruiz Gallardón, decidió hacer un guiño electoral a los ciclistas.

Sobre dos ruedas y acompañado en pelotón por su equipo en el Ayuntamiento, Gallardón redefinió la estructura de varias calles céntricas de la capital para hacerlas compatibles con la bici. Si gana en las próximas elecciones, Gallardón promete restar un carril al vehículo privado en el casco histórico, afectando al entorno de Colón, Génova, Alberto Aguilera, Ferraz, Pintor Rosales, Bailén, Puerta de Toledo, Ronda de Toledo, Ronda de Valencia y Castellana.

El espacio ganado se destinará a la bici, además de para la moto, el bus y el taxi.El regidor anunció otras medidas, ya contempladas en el Plan Director Ciclista y que no se han llevado a cabo. Entre ellas, la de crear nueve ejes que conectarán los distritos con el anillo ciclista. Los anuncios recibieron críticas de los ciclistas: “Se acuerda en elecciones y luego se le olvida”.