El día más importante del ańo en Granada, el Corpus, se celebró también a lo grande en su plaza de toros, naturalmente con el ídolo de la tierra, El Fandi, en hombros, aunque los méritos en el ruedo no se correspondieran con el exagerado premio de tres orejas.

Se lidiaron cuatro toros de Torrealta, terciados y mansos, manejables primero y sexto, y complicados segundo y tercero. Cuarto y quinto, de El Torero, toreable el primero, y manso e inválido el otro.

Jesús Janeiro, Jesulín de Ubrique : pinchazo y estocada baja (una oreja); y metisaca y pinchazo (ovación).

Manuel Díaz, el Cordobés: estocada (una oreja con fuerte petición de otra); y estocada casi entera (ovación).

David Fandila, el Fandi: estocada (una oreja); y bajonazo (dos orejas y fuerte petición de rabo).

Jesulín cuajó una faena muy templada y limpia al que abrió plaza, un toro justo de todo. El cuarto fue muy toreable y Jesulín le hizo una faena muy técnica.

El Cordobés firmó lo más meritorio de la función con un toro con guasa. Primero le pudo y después lo toreó con mucha verdad. El quinto, rebrincado y sin fuerzas, no sirvió. El Fandi no se acopló con su primero, un manso que embistió descompuesto. Más centrado en el sexto, descacó con dos series al natural al final de la faena. Lo peor, el infame bajonazo.