Gamonal no está solo
El movimiento asociativo vecinal está dormido, pero no muerto”, sentencia Tomás Calvo Buezas, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid. En su opinión, este tipo de movimiento fue fundamental hace años y se empieza a recuperar ahora: “El movimiento vecinal de las grandes ciudades fue fortísimo en la dictadura como forma de encauzar la protesta, pero con la llegada de la democracia perdía cierto sentido porque, en principio, ésta debería facilitar la participación ciudadana”. Sin embargo, no le sorprende el auge de esta tendencia: “Los acontecimientos de los últimos años demuestran que los movimientos vecinales siguen ahí y que siguen teniendo fuerza. La gente ha perdido la fe y la confianza en los partidos políticos o sindicatos, se sienten desoídos y la calle sigue siendo un recurso de protesta”.
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