Física, virtual, social: ¿Que red de aplicaciones es la siguiente?

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¿Que red de aplicaciones es la siguiente?
Las redes siempre han estado en el corazón de nuestra sociedad, definiendo nuestras relaciones, creando nuestras experiencias y finalmente moldeando nuestras vidas. Desde los ferrocarriles a vapor que permitieron el comercio entre ciudades y pueblos, hasta los cables que allanaron el camino para la comunicación global a través de los teléfonos y luego de Internet, las redes tienen una historia de redefinición de nuestro modo de vida.
Más recientemente, Internet ha dado lugar a redes virtuales que nos permiten conectarnos con vastos recursos informáticos y redes sociales que nos permiten cultivar nuestras propias comunidades globales. Estimaciones recientes sugieren que para el próximo año, 2,44 millones de personas estarán conectadas a través de las redes sociales, lo que ilustra la escala de influencia de estas plataformas en nuestra sociedad. Solo Facebook ya cuenta con 1,86 mil millones de usuarios activos, con 1,26 mil millones de personas conectándose cada día para conectarse con su red.
El amanecer de una nueva red
En la nueva era digital, estas redes se han introducido colectivamente. La conectividad se ha convertido en el fundamento de cada experiencia de consumo, modelo de negocio, proceso, producto y servicio. En este mundo, cuantas más conexiones producen las organizaciones, más valor podrán sacar de sus activos digitales.
La conectividad es crítica para los avances de nuevas tecnologías en áreas como Internet of Things (IoT), inteligencia artificial (AI) y realidad aumentada (AR). Ninguna de estas tecnologías funciona si no puede conectarse a datos y activos. Sin embargo, dado el número de aplicaciones, fuentes de datos y dispositivos en los que las empresas ahora dependen, la antigua forma de conectar estos activos se ha roto; Es demasiado pesada, costosa y requiere muchos recursos. Unir todo en una cosa grande y monolítica es una receta para el desastre en un mundo donde el cambio digital sucede tan rápidamente. Tanto es así que la investigación reciente encontró que la mitad de los departamentos de TI ahora no pueden completar los proyectos digitales a tiempo.
En última instancia, esto nos ha llevado a un punto de inflexión en el que se necesita un nuevo tipo de red, una red de aplicaciones, para conectar todo para abrir nuevas posibilidades. Este nuevo tipo de red cambia fundamentalmente la forma en que las organizaciones piensan en la entrega y la conectividad de TI.
Al permitir que la TI conecte el negocio a un catálogo de activos digitales y capacidades que les permitan auto-servir sus propios proyectos de innovación, una red de aplicaciones enciende un completo cambio cultural y funcional. Siguiendo los principios de la ley de Metcalfe, cada nuevo activo que está conectado a la red de aplicaciones aumenta su valor global poniendo sus datos y capacidades disponibles para que otros descubran y consuman. De esta manera, la TI deja de ser un cuello de botella a través del cual la innovación debe fluir y se convierte en un facilitador para el resto del negocio. Cuando el actual modelo de TI implica tener que entregar todos los proyectos desde el principio hasta el final, la tarea de TI es proporcionar la habilitación suficiente para alentar a la red de aplicaciones a crecer, al mismo tiempo que defiende las mejores prácticas y proporciona gobernanza para crear un ecosistema confiable.
Los componentes básicos del software
Los nodos de una red de aplicaciones son API, que convierten las capacidades digitales en bloques de construcción reutilizables. La red de aplicación proporciona el “pegamento digital” que permite que estos bloques de construcción sean compuestos y recompuestos para una mayor agilidad, flexibilidad y velocidad. Las empresas pueden componer rápidamente nuevos servicios y hacerlos enchufables y reutilizables para cualquier persona que tenga acceso. Además, el descubrimiento se convierte en inherente y forma parte de la capa de aplicación de las redes de aplicaciones. Los equipos de negocios buscarán por defecto si ya existe una capacidad que necesitan, de la misma manera que los consumidores se dirigen a la App Store de Apple para ver si hay una “aplicación para eso”.
Con un enfoque de conectividad basado en API, la innovación empresarial se acelera rápidamente, ya que las nuevas aplicaciones, fuentes de datos y dispositivos pueden simplemente “conectarse” a la red de aplicaciones, tan fácilmente como puede conectar una impresora. Como tal, la innovación puede ser liderada por cualquier persona que tenga el potencial de agregar valor al ecosistema digital de la organización, desde equipos internos de desarrollo hasta socios externos.
En última instancia, este es el comienzo de la próxima era de la web, donde APIs y redes de aplicaciones pueden hacer cualquier capacidad disponible para personas y máquinas. Ya estamos empezando a ver a las principales organizaciones mundiales comenzar a darse cuenta de los beneficios de este enfoque. Por ejemplo, Spotify ha creado una red de aplicaciones mediante la implementación de APIs reutilizables para mejorar el intercambio de información en toda su empresa y desarrollar aplicaciones mucho más rápido que otras en el mercado. Unilever ha utilizado de manera similar una red de aplicaciones para eliminar las barreras a la innovación empresarial, cambiando el enfoque de las asignaciones individuales y hacia las capacidades de la plataforma reutilizables.
De la misma manera que las redes físicas, virtuales y sociales han moldeado la sociedad, las relaciones definidas y creadas nuevas experiencias, las redes de aplicación prometen inaugurar una nueva ola de innovación empresarial y tecnológica. Tomemos la industria del automóvil por ejemplo, donde las empresas de software y fabricantes de automóviles ya están compitiendo por poseer la experiencia en el vehículo.
En el futuro, la gente podría estar pagando por las experiencias impulsadas por muchos servicios conectados a la API, en lugar del propio automóvil. En términos más generales, la industria se está acercando rápidamente a un punto en el que los anuncios patrocinados son reemplazados por API orientados basándose en sus criterios de búsqueda que permiten a los consumidores comprar directamente productos y servicios desde una página web.
Estos ejemplos son sólo la punta del iceberg de las posibilidades que se crean por la conectividad API-led. Como las muchas revoluciones de conectividad que han venido antes, las redes de aplicaciones serán la piedra angular sobre la que se funda la próxima revolución digital, la organización de las economías de la API y la configuración del curso que nuestra sociedad traza en el futuro.
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