Entrevista exclusiva con la madre de Diana: “Cambiaría mi vida por la de mi hija”
Se cumple un año de la desaparición de su hija mayor. ¿Cómo se encuentra? ¿Son días especialmente difíciles? ¿Recibe ayuda médica?
Desde el día que desaparece Diana, todos los días son difíciles. Me encuentro desolada, la vida se te rompe. Tanto Valeria (su hija menor, con la que aparece en la fotografía) como yo recibimos ayuda psicológica. Es una situación muy difícil para las dos.
¿En qué o en quién ha encontrado apoyo todo este tiempo?
He recibido ayuda de mi familia y amigos, y fundamentalmente de Dios. He tenido la suerte de contar también con la asociación SOS Desaparecidos, en los cuales he encontrado apoyo y contención. Su trabajo me parece admirable, he podido comprobar por mi caso que están volcados en su labor las veinticuatro horas del día, los siete días a la semana. Creo que la ayuda entre nosotros es fundamental, dado que por mucho que alguien quiera imaginarse lo que vivimos, hasta que no lo vives no puedes hacerte a la idea. Encontrar apoyo en alguien que está viviendo lo mismo que tú es fundamental para que te sientas comprendido y apoyado.
¿Qué le ayuda a seguir adelante? Usted se definió como una persona creyente. ¿Ha rezado o reza para que su hija vuelva a casa sana y salva? ¿Sigue creyendo en Dios? ¿Cree en la justicia?
Sin duda, lo que me ayuda a seguir adelante es el amor de madre, tanto hacia Diana como hacia Valeria. Por supuesto que le pido a Dios diariamente que nos traiga a Diana a casa. Creo en la justicia, pero fundamentalmente creo en la justicia divina.
Basándose en su experiencia a lo largo de este año durísimo, ¿qué posibles errores les recomienda evitar a otros padres o familiares que se vean en ese trance?
El consejo que les daría es que no esperen a denunciar, que lo hagan cuanto antes y que aleccionen a sus hijos sobre los riesgos que pueden correr. Muchas veces los niños y los adolescentes no saben qué tipo de gente puede haber en la calle. Toda precaución es poca.
¿Cómo han cambiado su vida y la de su familia desde hace un año? ¿Cómo es un día de estos 365 que lleva ya sin su hija?
La vida se rompe. Al principio no te lo crees, pero con el paso del tiempo se va haciendo más y más evidente que no es una pesadilla lo que estás viviendo, que es una realidad casi inasumible. Intentas hacer una vida normal, pero es complicado.
¿Le ha dolido algo de lo que hemos contado los medios de comunicación?
Al principio sí me dolió, sobre todo los ataques hacia mi hija y la cantidad de mentiras que tuvimos que soportar. Quiero dejar muy claro que Diana JAMÁS se había ido de casa, NUNCA. Por eso denuncié tan pronto, no era la actitud normal de mi hija.
¿Dónde están pasando ustedes el verano?
Ahora mismo estamos en Madrid, no sé qué haremos.
¿Ha vuelto a A Pobra do Caramiñal, el lugar donde veraneaban y donde desapareció su hija?
Sí hemos vuelto a A Pobra, la última vez fue en Semana Santa.
Le habrá dado vueltas mil y una veces a lo que ocurrió el 22 de agosto de 2016. ¿Qué recuerda del último día que vio a Diana?
Estuvimos en casa como cualquier otro día. Diana estaba contenta, tenía ganas de volver a Madrid. En un momento se me acercó y me dijo: ¡¡Te quiero mucho mami!! Yo le comenté que la veía muy contenta.
Varios testigos sitúan a su hija aquel día volviendo a casa aquella madrugada. La Guardia Civil investigó a los feriantes que estaban allí después de que Diana enviara un mensaje a un amigo contando que “un gitano” la estaba molestando. Un año después, ¿qué importancia da a ese dato? ¿Es cierto que aún no se sabe quién era ese gitano? ¿Tiene relevancia en el caso?
Le doy bastante importancia, dado que ese mensaje refleja que mi hija se sintió amenazada. Creo que puede tener relevancia, claro.
Los investigadores buscan un coche en el que se llevaron a su hija. La señal del teléfono móvil de Diana indica que se movió en coche desde su domicilio o una zona muy próxima. ¿Es Diana una persona confiada? ¿Cree que Diana viajaba en ese vehículo? ¿O sospecha que alguien pudo llevarse su teléfono? ¿Diana podía conocer a su secuestrador?
Diana es una niña bastante ingenua, pienso que sí iba en ese coche. No creo que conociera a quien se la llevó, aunque nunca se sabe.
Han registrado casas, fincas, fábricas abandonadas… por toda la zona. ¿Piensa que su hija podría seguir en Galicia?
Pienso que mi hija podría estar en cualquier sitio. No puedo tener la seguridad de nada.
¿Sospecha de alguien? ¿Recuerda algún comportamiento extraño? ¿Es consciente de que la habrán investigado incluso a usted y su hija menor?
Claro que soy consciente de que han investigado a todo el entorno más próximo. | Sigue leyendo.
Comentarios recientes