En busca del ‘espíritu Obama’
El líder de EE UU intenta recuperar su poder de mobilización de 2008 ante las legislativas
El presidente de EE UU recientemente en un acto en Washington.
Reuters EE UU
Por la Casa Blanca deambula estos días un espíritu encantado que no produce miedos sino añoranzas y al que el presidente de EE UU, Barack Obama, quiere abrazar y mimar para no espantarle.
Es ‘The spirit of 08’, el que llevó en volandas al candidato Obama a la presidencia y el que desea recuperar ahora para que el Partido Demócrata salve la mayoría que ahora posee en el Congreso y evite que los republicanos sean los que marquen la agenda en los próximos dos años.A menos de un mes para las elecciones legislativas del 2 de noviembre, Obama ha movilizado a aquellos que le colocaron en el Despacho Oval en el 2008.
“No podemos devolverles las llaves del coche porque han demostrado que no saben conducir hacia adelante”, ha dicho a los jóvenes, las mujeres, los hispanos para que se quiten de encima la desidia y la falta de entusiasmo y vayan a votar. Ahora que su popularidad ha caído en picado y sólo el 38% de los estadounidenses apoyan sus medidas económicas y el 56% de los votantes de más de 65 años, que siempre acuden a las urnas, no están de acuerdo con su política.
Por eso en Washington ha aparecido el mágico nombre de Hillary Clinton para salvar su presidencia y Bob Woodward, el renombrado periodista del Washington Post, ha colocado a la actual secretaria de Estado en el ticket demócrata del 2012 junto a Obama.
La oferta republicana para el 2 de noviembre está dominada por el griterío de los seguidores de la plataforma ultraconservadora Tea Party y el enfado de los ciudadanos contra sus políticos porque la economía no mejora y sus finanzas personales van cada vez peor. Los candidatos del Tea Party, ocultando su falta de experiencia y de ideas, han convertido esta votación en un referéndum contra Obama, al que califican como “el peor presidente de la historia”, además de “negro”, “musulmán”, “antiamericano” y “socialista”.
Para evitar el triunfo de los espíritus presidenciales, los republicanos necesitan 40 nuevos escaños para lograr la mayoría en la Cámara de Representantes y 10 en el Senado de los 37 puestos que están en juego.
Caras nuevas
Obama ha decidido cambiar varias caras que le rodean anticipando que la oposición obtenga ganancias importantes, aunque no la mayoría en ambas cámaras. Ha permitido que a sólo un mes de las elecciones su jefe de gabinete, Rahm el doberman Emanuel, se marche y ponga por delante sus intereses personales (ser alcalde de Chicago) antes que los del equipo.
Quien le sustituye es Pete chico para todo Rouse que ofrece una cara más suave que su antecesor para negociar con un Congreso en el que los conservadores están envalentonados.
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