El torero acude al sorteo matinal
Tras despedirse de novillero la víspera toreando en Millas (Francia) y cortando una oreja a un novillo de Mercedes Pérez-Tabernero volvió a la Península tras un viaje de 550 kilómetros para hospedarse en uno de los hoteles de San Sebastián, concretamente el Costa Vasca, en la habitación 223, donde permaneció hasta primera hora de la mańana.
Tras desayunar, fue requerido para varias entrevistas de la prensa local y nacional, entre ellas Tendido Cero , de TVE. Posteriormente, y como nota poco habitual, acudió a la plaza de toros junto a su cuadrilla para presenciar el sorteo y ver los toros que habría de lidiar por la tarde. Tanto la cuadrilla de Rincón como la de El Juli le propusieron que eligiese el lote que más le gustaba, pero prefirió dejarlo en manos del azar, aunque finalmente le correspondió el compuesto por los animales herrados con los números 26 y 58, que era el que más le agradaba, al igual que al resto de profesionales.
Visitas
De allí partió de nuevo para el hotel, donde recibió la visita de varios amigos y donde le esperaba la silla hecha con el terno de estreno, color sangre de toro y oro. Comió sobre las 14.30 horas un poco más fuerte de lo habitual y posteriormente salió a dar un paseo hasta la playa, situada muy cerca del hotel. Tras volver y descansar, empezó a vestirse sobre las 16.30 horas, llegando a la plaza con gran celeridad y muy por delante de sus compańeros de cartel, a eso de las 17.30 horas, matando los minutos hablando con sus apoderados y los miembros de su cuadrilla, además de atender gustosamente a cuantos se acercaban a saludarle o hacerse fotos.
Tras el festejo, acudió a varios coloquios taurinos, entre ellos el de Manolo Molés, en el propio hotel donde se hospedaba.
Como notas curiosas de una jornada especial para el torero cabe destacar que Gallo no fue el único que estrenó vestido, ya que José Andrés Gonzalo y Zamorano, dos de sus subalternos, también lucieron trajes nuevos como preludio a una carrera en la que se prevé exitosa.
Además, sus familiares le acompańaron en un día tan especial, su padre desde por la mańana en el hotel y su madre por la tarde acudió a la plaza tras visitar a los familiares que tienen en una localidad cercana a la capital donostiarra. Tampoco faltó El Mariquelo, que con su flauta y tamboril se dejó sentir en la plaza.
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