El sexo marca la diferencia
Al 50% de los españoles les preocupa sobre todo la diferencia salarial, y no tanto que haya paridad en las listas electorales o en los puestos de responsabilidad
Una peluquería canadiense usa para publicitarse una imagen de maltrato
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Iguales pero no tanto. El 49,7% de la población cree que las diferencias entre hombres y mujeres son bastante grandes o muy grandes, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), dado a conocer ayer. Sobre todo en salario, pues un 71,6% considera las mujeres están en desventaja, una cifra que en 2006 era del 79,7%. Mientras, en 1995 tan sólo un 63,9% percibía desigualdad.
‘Corresponsabilidad’
Sobre quién debería quedarse en casa si un miembro de la pareja tuviera que hacerlo, el 35% cree que tendría que ser la mujer, mientras el 57,5% sostiene que cualquiera de los dos.
En el terreno de la corresponsabilidadse ha avanzado desde el 44,1% que en 2008 sostenía que la carga doméstica, de recaer en uno, debería ser en la mujer. Pero para la profesora de Sociología María Fernández Mellizo-Soto, el 35% es la clave: “La mujer, atrapada en el hecho de que tiene un salario más bajo, debe ocuparse de los hijos o padres dependientes, desatendiendo así su carrera profesional e incrementándose la brecha salarial”.
En cuanto al modelo de familia, para un 12% el ideal sigue siendo que uno de los miembros trabaje y otro se encargue del hogar, algo que para Mellizo-Soto responde “a unos valores tradicionales heredados muy fuertes que, sin embargo, cambian bastante deprisa”. Así, ese modelo era el idóneo para el 15% en 2008.
Sobre las medidas para avanzar en igualdad, los españoles ven bien sancionar a las empresas que pagan menos por ser mujer (90,3%), y no tanto las listas electorales paritarias (57,6%, frente al 61,4% de 2007) o las cuotas en puestos de dirección (51,3%). “No es que no sea importante, de hecho las mujeres en las élites actúan como modelo para los más jóvenes, pero se perciben muchos esfuerzos para una minoría de mujeres y menos en lo que a la mayoría le afecta en su día a día”, zanja Mellizo-Soto.
Entre Mail
Inés Alberdi
Catedrática de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid
“La distribución de las tareas es la gran losa para la mujer”
Una mitad ve la desigualdad hombre-mujer muy grande o bastante grande, y la otra, pequeña o muy pequeña, ¿en qué quedamos?
Eso demuestra, por un lado, que la gente es más consciente del tema y, por otro, que hay mucha menos desigualdad que hace 20 años, pero que el 50% aún la perciba es un indicio de que hay que seguir empujando.
Más que cualquier otro gesto, lo que preocupa es la brecha salarial…
Sí, la encuesta refleja bien la situación en España: en lo único en que se percibe igualdad es en educación. En salario, las mujeres ganan un 15 o 20% menos de media en el mismo puesto. Que haya más mujeres matriculadas en la universidad y menos en puestos de dirección en empresas muestra que aún queda camino por recorrer.
¿Es significativo el 12% que aboga por que un miembro de la familia trabaje en casa y el otro fuera?
No, es una minoría. Los mayores de 65 años son mucho más del 12%, lo que demuestra que incluso entre los mayores se prefiere un modelo más equilibrado.
Si alguien se debe quedar, el 35% dice que ella.
Sí, la distribución de las tareas es la gran losa para la mujer. Se decide que sea ella porque él gana más, tiene más posibilidades de promoción… así que ella se sacrifica.
¿Las empresas están libres de culpa?
Tienen miedo y se retraen de contratar chicas jóvenes pensando que el cuidado de la casa recaerá en ellas. Pero la mujer también a veces se retrae de adquirir más responsabilidad. Hay prejuicio por ambas partes, porque luego las mujeres de hoy no tienen tantos hijos.
En primera persona
En busca de la equidad
Tatiana se fue de su ciudad, Madrid, a Barcelona, en busca de equidad. Quería ser conductora de metro, “y en Barcelona es mucho más fácil, la prueba es que hombres y mujeres estamos casi 50%-50%”. En sus tiempos, en Madrid se pedía Electrónica, “rama que muy pocas mujeres escogían”. En 13 años en Barcelona ha ido promocionando hasta lograr pasar de estación a tren, pero aún sueña con volver a Madrid.
Tatiana Tejas. Conductora de metro
Vetos masculinos
Desde la universidad, Elena sintió sesgo de género: “Margarita Salas es una excepción. Los investigadores están mezclados, pero al acceder a jefe de investigación se cierra el camino a la mujer”. Tampoco en la empresa privada le fue mejor: “Los directivos sólo se ven entre ellos”, así que buscó alivio primero en el extranjero: “Inglaterra o Suiza están a años luz” y ahora, en la Administración, “donde no hay brecha salarial”.
Elena Flores. Técnico ambiental
Una peluquería usa para publicitarse una imagen de maltrato
La foto de al lado es un anuncio de una cadena de peluquerías en Canadá, y sí, ella simula una mujer maltratada, y sí, también, la empresa lo ha hecho con esa intención. ¿Una barbaridad para los tiempos que corren? A juzgar por la revolución que ha provocado la historia en diferentes colectivos sociales, parece que sí. Pero, ¿qué quiere contar el anuncio exactamente? Lo que vemos es a una mujer sofisticada con un ojo morado junto a su marido, en una actitud un tanto altanera. El eslogan del anuncio es “Ve guapa en todo lo que hagas” y la empresa asegura que “se trata de imágenes artísticas que reflejan la vida real mediante una visión satírica”.
Mientras la polémica inunda las redes sociales y varias asociaciones feministas consideran que el anuncio supone una clara apología del maltrato de la mujer, la cadena ha conseguido su objetivo: que se hable de sus salones de belleza. Y lejos de pedir disculpas, ha dado un paso adelante. “¿Es publicidad al límite?, sí. ¿Es para el gusto de todo el mundo? Probablemente no”, apuntan. En cualquier caso, no son los únicos que usan y abusan de la imagen de la mujer en la publicidad. El último caso sonado fue el de la marca de lujo Dolce Gabana. Las airadas críticas que recibió consiguieron la retirada del anuncio.
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