EL ROLLO CAOS CIRCULATORIO EN LA ZONA Críticas vecinales por los cortes y desvíos de tráfico en la rotonda
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Las obras de la nueva rotonda del Alto del Rollo están durando más de lo previsto y los vecinos ya están hartos. Además, estos trabajos sufren desde el pasado día 22 cortes intermitentes de tráfico que obligan a los conductores a desviarse, trazando un paseo laberíntico por las calles del barrio, lo que despista a más de uno y dificulta la propia circulación. Estos problemas en el tráfico de la glorieta afectan además a algunas calles aledańas como Pontevedra, Filipinas, Vigo, avenida de los Comuneros y paseo del Rollo.
Esto supone que en horas punta el caos de tráfico sea importante, exasperando a los vecinos y originando algún que otro incidente poco agradable. Además, el desvío por diferentes calles obliga a disponer de más tiempo para llegar puntual al trabajo o a las citas previstas.
PARADA Por su parte, la parada de autobuses del Alto del Rollo ha tenido que trasladarse provisionalmente a la calle Pontevedra, lugar en el que permanecerá hasta que terminen estos cortes de tráfico cuyo fin está previsto para hoy, aunque todo depende de cómo se desarrolle la jornada y se puedan concluir o no los trabajos previstos.
Ante esta situación, la Policía Local ha sugerido a los conductores que, en la medida de lo posible, opten por rutas alternativas como circular por el viaducto, Jesús Arambarri o por la calles próximas a Abraham Zacut.
Una de las mayores críticas que hacen los vecinos del barrio es que las obras “son diferentes a como nos dijeron en un principio”, apuntan y ańaden: “Van improvisando sobre la marcha”, insinuando que no tienen un plan de actuación preestablecido. Los residentes no olvidan que en la zona se han construido aceras, por ejemplo, para posteriormente hacerlas desaparecer, con lo que ya están hartos de las obras, que en vez de mejorar el barrio lo único que hacen es aislarlo porque con tanta obra la gente es más reacia a circular por allí.
Estos trabajos están originando más quejas que alegrías y los vecinos esperan que la nueva rotonda “sea eficaz para regular el tráfico porque con lo que estamos pasando es lo mínimo”, apuntan un tanto cansados.
La calle Colombia y el acceso a Jesús Arambarri, que ahora se ofrecen como alternativas a los cortes de tráfico, también son objeto de las reclamaciones vecinales, ya que las abren y las cierran de manera intermitente, sin comprender que “si por una calle se puede circular es porque las obras ya han finalizado” y no hay que volver a impedir la circulación para mejorar la calzada y reestructurar todo de nuevo.
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