El regreso de Noriega
El ex dictador panameño afronta 60 años de condena
El ex dictador, a su llegada a la prisión de El Renacer, a 25 kilómetros de la capital.
Reuters
A sus 77 años y visiblemente debilitado, el ex dictador panameño Manuel Antonio Noriega regresó este lunes a su país tal y como lo abandonó hace dos décadas: envuelto en polémica.
El ex general, líder de facto del país centroamericano entre 1983 y 1989, llegó a Panamá después de 22 años entre rejas extranjeras. Lo hizo en un vuelo de Iberia procedente de París y tras una escala de tres horas en Barajas, en la que estuvo custodiado por la policía española.
Noriega, que fue conducido a una prisión común entre grandes medidas de seguridad -y con una maniobra de despiste con un doble incluida-, afronta una condena de 60 años por el asesinato de 11 opositores durante su régimen.
Pero tras 21 años encarcelado en EE UU y uno en Francia, el ex dictador ha recurrido al comodín al que suelen aferrarse los tiranos para reclamar la clemencia que jamás concedieron cuando estaban en el poder: la vejez.
Los familiares de las víctimas temen que el ex general goce por su edad del privilegio de cumplir la pena a la que fue condenado en ausencia en su casa. Y es que en este sentido, la ley le ampara: el límite está en los 70 años, por lo que, actualmente, Noriega es el preso más anciano de Panamá.
El regreso del ex dictador ha despertado el temor a un terremoto político en el país del canal, aunque su reducto de simpatizantes dista mucho del apoyo que tenía, por ejemplo, AugustoPinochet en Chile.
‘Causa justa’
No obstante, personas que hoy ocupan puestos clave en la vida panameña tienen vínculos con los años de la dictadura, antes de que quien en su día fue aliado de EE UU jugara con drogas y a dos bandas. Con fuego, en el lenguaje de Washington. Bajo el pretexto de sus vínculos con el narcotráfico, Bush padre lanzó en 1989 la operación Causa Justa en Panamá para capturarle.
En Florida, EE UU, donde se le trató como prisionero de guerra, habitó una confortable celda que muchos calificaron de “suite presidencial”. Extraditado en abril de 2010 a Francia, en París le condenaron por blanqueo de dinero procedente del narcotráfico.
Apodado El M.A.N. por sus iniciales, o Cara de Piña, por su cutis, en Panamá son muchos los que no olvidan que el hoy menguado anciano fue un rudo dirigente que blandía un machete durante sus discursos.
Lo que hoy se espera de él son respuestas sobre el centenar de desapariciones a manos de su aparato de seguridad durante la represión en los años de la dictadura militar (1968-1989).
EL APUNTE
El dictador al que Bush padre ‘echó’ con heavy metal
En diciembre de 1989, George Bush padre ordenó la invasión de Panamá para capturar a Noriega y “proteger los intereses de EE UU”. Cuando el dictador se refugió en la sede diplomática del Vaticano, los militares usaron una táctica de guerra psicológica para hacerle salir de su último escondite: durante tres días hicieron sonar a un volumen demencial temas de grupos de heavy metal a través de enormes altavoces dirigidos hacia el edificio. Noriega tuvo su pequeña venganza cuando, ya en la cárcel, ganó una demanda contra el FBI por pinchar el teléfono de su celda de Miami.
CRONOLOGÍA
1934. Origen. Nace en febrero de 1934 en Ciudad de Panamá. Se forma en una escuela militar de Lima, Perú, y después, en los 60, en la base estadounidenses de Fort Gulick y en Carolina del Norte, EE UU.
1969. Nombramiento. Le ascienden a jefe de Inteligencia por Omar Torrijos, jefe máximo de la Guardia Nacional. Se convierte en un hombre clave durante la dictadura militar.
1981. ‘Accidente’. Torrijos, líder de facto de Panamá y mentor de Noriega, fallece en un extraño accidente aéreo. Ex colaboradores del dictador culpan al mismo general de estar detrás de la explosión.
1985. Asesinato. Decapitan al médico guerrillero Hugo Spadafora (abajo) después de revelar los vínculos de Noriega con el narcotráfico. Es uno de los asesinatos por los que se condenó en ausencia al ex dictador.
1989. Invasión. EE UU invade Panamá y captura a Noriega. En 1992 se le juzga y se le condena a 40 años de cárcel por narcotráfico, reducidos a 30. Cumple 17 por buen comportamiento.
2010. A Francia. París logra su extradición en abril de 2010. Es condenado por blanqueo de dinero pero Francia autoriza la extradición a Panamá, donde le esperan tres condenas por asesinato.
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