El Olympia revisa los dilemas de Miller
‘Todos eran mis hijos’ llega de la mano de Tolcachir
El reparto posa en la puerta del Teatro Olympia.
MAO
La culpa, la mentira y la decepción son tres ingredientes altamente inflamables. Al mezclarlos, Arthur Miller dio a luz una de las críticas más feroces del siempre idealizado sueño americano: Todos eran mis hijos (1947).
Tragedia vigente
Ahora que el sueño europeo está en entredicho, el director argentino Claudio Tolcachir reivindica la vigencia de esta brillante tragedia en las tablas del Teatro Olympia.
De la mano de actores de la talla de Carlos Hipólito, Manuela Velasco o Fran Perea, este nuevo montaje -de sólo una hora y media, a diferencia de los anteriores- permanecerá en cartel hasta el próximo 13 de noviembre.
Para Velasco, ganadora de un Goya por su interpretación en REC, la trama es una excusa para que “estos personajes se hagan algunas de las principales preguntas sobre la vida”. El resultado es un trabajo que hace al espectador reflexionar “al ponerle delante de un espejo”, comentó el actor Fran Perea.
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