“Habrá que esperar hasta el último metro“. Stefano Domenicali, jefe del equipo Ferrari, expresó el sentir de la escudería que, de la mano de Fernando Alonso, quiere recobrar la hegemonía perdida.

Por primera vez en la historia de la F-1, cuatro pilotos llegan al último gran premio (en este caso, el de Abu Dhabi), con opciones de ser el campeón el domingo. Un puzzle gigantesco por encajar.Lewis Hamilton (McLaren) debe esperar un milagro, con 222 puntos.

Sin embargo, su presencia en pista puede condicionar la carrera del líder Alonso (246 puntos), Mark Webber (238) y Sebastian Vettel (231). Curiosamente, la relación entre Hamilton y Alonso ha mejorado mucho últimamente, y el inglés ha dicho que el español “puede ser uno de los grandes de todos los tiempos”.

Al bicampeón español le basta con ser segundo para sumar su tercera corona. Pero, más allá de innumerables cálculos, a Ferrari también le preocupa ser fiables, ya que los Red Bull son más rápidos. La escudería italiana ha usado ya los ocho motores permitidos este año, y Alonso usará el de Interlagos. Tener que sustituirlo le penalizaría con 10 posiciones en la salida.

Yas Marina. El circuito

El espectacular circuito de Yas Marina, en Abu Dhabi (Emiratos Árabes), cuenta con una longitud de 5.550 metros y 21 curvas. El gran premio (que empezará a las 14.00 hora española) terminará cuando sea de noche en Abu Dhabi. En el único precedente, en 2009, el triunfo fue para Vettel y su Red Bull. 

A favor de Alonso

Sangre fría. Alonso es el piloto más cerebral del circuito. Soporta la presión como nadie y no suele cometer errores por nervios. 

Experiencia. El español ya sabe lo que es ganar dos Mundiales. Webber y Vettel nunca se han encontrado en esta tesitura. 

Peleados. Webber y Vettel, los dos Red Bull, no se aguantan. La presunta colaboración de ambos por el bien común es complicada.

En contra

El coche. Si los Red Bull funcionan, sus prestaciones son superiores a todos, de ahí que ya hayan ganado el Mundial de constructores.

Ecclestone. El dueño de la F-1 quiere una victoria de Vettel o Webber. En caso de maniobras polémicas, su sombra sobrevolará. 

Órdenes. Pese a la mala relación Webber-Vettel, las (encubiertas) órdenes de equipo pueden