El fabuloso negocio de las sobrecomisiones
E n mayo de 2009 la crisis le había estallado ya en la cara a los españoles, pero no a todos. Los que tenían dinero guardado podían permitirse el lujo de ver en la recesión una oportunidad: propietarios desesperados por vender y gangas del ladrillo para elegir. José González Mata, un jerezano con muchos posibles, aprovechó el momento y convirtió aquel mes de mayo en el de más poderío de toda su biografía. Primero se compró una casa en la calle Beato Juan Grande de Jerez, un edificio de tres plantas que el Banco Sabadell tiene alquilado para sede principal en la ciudad. Después, otro inmueble en el Parque de los Capuchinos, que en sus sombreados bajos aloja una sucursal del Sabadell y otra del Santander. A ambas propiedades las inscribió a nombre de Cureña, una sociedad patrimonial. Son edificios céntricos de Jerez: los bancos no eligen mal su emplazamiento.
También a través de Cureña, González Mata compró otra casa, en un edificio de cuatro pisos, pintado de albero y blanco y con rejas artesanas, en la calle Mora, donde tiene su sede el Diario de Jerez. Y se hizo con dos pisos en la avenida de Andalucía de Málaga, y cinco plazas de garaje por debajo, y un piso en la calle Luis Montoto de Sevilla, a dos pasos de la estación del AVE. En un mes, José González Mata compró tres casas, tres pisos y cinco plazas de garaje. Además, cuando llegó el verano, se compró también un Volvo XC60 con el que completó su parque móvil familiar, que integraban un Volvo XC90, un Golf y una Yamaha YP.
Continúa leyendo en la edición en PDF los secretos de los ERES de Andalucía. Dos emrpesarios se llevaron más de 50 millones de euros en diez años cobrando en comisiones hasta el triple de lo normal.
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