La crisis del ladrillo ha llegado al subsuelo. Decenas de arqueólogos se han visto abocados al paro por la falta de obras donde realizar sus intervenciones. En Andalucía, los distintos colegios profesionales denuncian condiciones leoninas de trabajo, con esperas de hasta tres meses para un permiso de actividad de sólo unas horas. En Cádiz, están obligados a asumir un sobrecoste económico para depositar en el museo provincial las piezas que descubren, lo que redunda en un encarecimiento de los presupuestos de los promotores y constructores.

El gaditano José Manuel López describe su situación con una ironía: “Para ruina, la de los arqueólogos”. 

Si quieres leer más sobre este y otros reportajes, descarga la revista en PDF.