El alcalde de Salamanca, Julián Lanzarote, y el rector de la Universidad, Enrique Battaner, acercaron ayer sus posturas sobre la dirección del museo modernista de la Casa Lis, aunque no llegaron a ningún acuerdo sobre la composición de su órgano directivo.

Lanzarote, acompańado de los pesos pesados de su equipo de gobierno, Salvador Cruz, Fernando Rodríguez y Evencia Juez, llegó al rectorado pasadas las 9.30 horas, para entrevistarse con el rector y tres de sus vicerrectores.

En principio iba a ser una reunión “técnica” para tratar asuntos que afectan a ambas instituciones, como los terrenos y las licencias que necesita la institución académica para expandirse, crear el parque científico y tecnológico, y la permuta del edificio de la calle Espejo, propiedad de la Universidad y futura sede de la Policía Local, por una parcela en la zona de la Platina para levantar el complejo de Neurociencias.

Se habló de esos asuntos y se alcanzó “un principio de acuerdo sobre el que articular un convenio general que será redactado por las comisiones técnicas propuestas al efecto por ambas instituciones”, según reza el comunicado conjunto entregado después de una reunión que duró tres horas, a las que se sumó otra media hora en la que los interlocutores concibieron semejante nota y pensaron la forma de deshacerse de los numerosos periodistas que les esperaban a la puerta para verlos pasar.

De la expansión de la Universidad se pasó a hablar de la Casa Lis, aunque no estaba en el orden del día, y tampoco se llegó a ningún acuerdo, pero quedó “clara la voluntad de ambas partes de llegar cuanto antes a una solución satisfactoria”, más cercana ahora que antes del encuentro en el que se habló de urbanismo y del museo.