Educación fracasada
El sistema formativo valenciano “lanza al vacío” a un 40% del alumnado
Un grupo de estudiantes entran en el Instituto Blasco Ibañez de Valencia.
MAO
La educación valenciana padece un “síndrome”. Ése es, al menos, el diagnóstico de Gerardo Fernández, presidente de honor de las Federaciones de Trabajadores de la Enseñanza de UGT (FETE-UGT PV). Ese síndrome se llama fracaso escolar: entre 3 y 4 alumnos de cada 10 son “lanzados al vacío” en la Comunitat Valenciana, una situación que el sindicato considera una “emergencia nacional”.
Para combatirla, como si se tratara efectivamente de un cuadro médico, FETE-UGT PV y las Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Valencia (FAPA-València) presentaron ayer una receta de 82 medidas que presentarán a la conselleria de Educación, obtenidas a través de unos cuestionarios con miembros de la comunidad educativa.
Política efectista
El objetivo es ofrecer soluciones “urgentes” a un problema que viene de lejos. Temen que el Plan Estratégico anunciado por el Consell recientemente “quede en un contrato programa para algunos centros, no se haga universal y tenga pocos medios”. Según FETE-UGT PV, “si no van a poner recursos, es mejor que no hagan nada para no defraudar a la sociedad y no marear a los centros”.
En esa misma línea, María José Navarro, presidenta de FAPA-València, se confesaba harta de programas experimentales “como el uniforme, que no sirve para nada”. Navarro confesó que los padres y madres echan de menos tener un papel más importante en materia de educación: “Nos tienen que dejar participar activamente, pero no tengo claro que quieran”.
Causas
Los factores que inciden en esta “grave situación” van desde el alumnado hasta el centro, pasando por la administración, las familias o el profesorado. No hay nadie que no sea responsable. Gerardo Fernández apuntó al modelo económico “del ladrillo” como causa del abandono escolar en la Comunitat Valenciana.
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