De ‘Rent’ a ‘Hamilton’ los musicales que han marcado nuestra generación
Cosas que nos gustan porque son nostalgia:
Ser amante del teatro musical es una de las aficiones más sufridas que te puedes buscar. En España el género aún es muy pobre, y la meca de tal arte, Nueva York, no nos pilla a un tiro de piedra. Pero siempre hay una manera; los incondicionales de los espectáculos de Broadway son de los más sufridos, pero también de los más ingeniosos. Si viajar a la Gran Manzana no es posible, siempre podemos conformarnos con los vídeos de Youtube, escaparnos a Londres para alguna adaptación o esperar a que llegue a España, aunque la pérdida en la traducción puede arruinarnos la función. Hay a quienes incluso les basta con comprarse la banda sonora e imaginar los números de su show preferido mientras la escuchan.
Quizá sea por esa rareza que hablamos de uno de los grandes misterios artísticos para la audiencia juvenil. No es que no quieran acercarse, sino todo lo contrario; la fascinación es completa e incomparable. Es por ello que hoy nos hemos decidido a recordar un puñado de musicales que han marcado nuestra generación, con énfasis en la espectacular Broadway, pero también en la cercana Gran Vía madrileña. ¡Que suba el telón!
Contenidos del artículo
- 1 Cosas que nos gustan porque son nostalgia:
- 1.1 Wicked: en este cuento la Bruja no es tan mala
- 1.2 El rey león, Disney y la fórmula perfecta
- 1.3 Hoy no me puedo levantar: bien de nostalgia ochentera
- 1.4 Mamma Mia!, el show que nunca pasa de moda
- 1.5 Avenue Q, como un Barrio Sésamo de mierda
- 1.6 La llamada: el millennial español ya tiene su espectáculo
- 1.7 Rent, el título joven y alternativo por excelencia
Hamilton, la Historia yanqui a ritmo de hip-hop
Asúmelo. Si te consideras incondicional del musical de Broadway y no conoces Hamilton es que no lo eres tanto, o que tus fuentes de información están un tanto oxidadas (como Anne, guiño-guiño). Pero nunca es tarde para ilustrarse en el espectáculo de 2015 que ha enamorado al culto de la avenida neoyorquina, hasta el punto de que la marcha de su actor y creador, Lin-Manuel Miranda, es tragedia nacional en Twitter. Se trata de una biografía de Alexander Hamilton, uno de los padres fundadores de Estados Unidos, cuyo rostro aparece en los billetes de diez dólares, y a la vez una revisión histórica en clave millennial a ritmo de hip-hop, rap y otros estilos modernos.
Cosas que nos gustan porque son nostalgia:
Wicked: en este cuento la Bruja no es tan mala
Antes de Maléfica y las adaptaciones ‘malvadas’ del clásico de turno, fue Wicked. Hasta que Hamilton saltó a Broadway, el ojito derecho de los amantes del musical había sido durante años la historia de Elphaba, la Bruja del Oeste de El mago de Oz, que alumbró Gregory Maguire en 1995 en forma de novela. Llegó a los escenarios en 2003, pero el fenómeno internacional lo logró más tarde, con el boom editorial del libro que le dio vida, y gracias, por qué no, a la serie Glee, donde aparecieron su tema más popular, Defying Gravity, y sus protas, Idina Menzel y Kristin Chenoweth. A leer tal título e icono pop con tal cinismo moral le debe gran parte de su influencia.
El rey león, Disney y la fórmula perfecta
El musical más taquillero de Broadway, con casi 1.300 millones de dólares de recaudación, el tercero más longevo de su historia tras El fantasma de la ópera y Chicago –debutó en 1997 en Minnesota y tardó apenas unos meses en hacerlo en Nueva York–, traducido a siete idiomas y adaptado en 20 países, en todos los continentes (excepto la Antártida, claro). Si nos guiáramos solo por su hitazo en la Gran Vía de Madrid, podríamos concluir ya que El rey león, basado en la música de Elton John y Tim Rice, es actualmente el más popular del mundo. El motivo no se le escapa a nadie: producto de Disney y una de las películas de animación más queridas del mundo.
Hoy no me puedo levantar: bien de nostalgia ochentera
Pero si hay un espectáculo nostálgico y generacional que ha marcado al público español sin duda ha sido Hoy no me puedo levantar. ¿Que acabamos de morriña hasta las cejas? Pues sí, pero qué podíamos esperar de nuestro grupo de música pop más famoso. Producido por Nacho Cano a partir de las canciones de Mecano y ambientado en la Movida madrileña, el espectáculo se estrenó en 2005 y llegó incluso a México. Lo más encomiable fue reunir en el patio de butacas a varias generaciones; a la que creció con los temas de Ana, José y Nacho y a la que los conoció en plena resurrección cultural de la década de los 80 que vivimos hace diez años.
Mamma Mia!, el show que nunca pasa de moda
ABBA es atemporal. No tiene época y siempre está de moda, y por ello es suyo es uno de los musicales más aclamados de Broadway, el que más entre los nacidos de una formación, valga la redundancia, musical. Lo que decíamos de Hoy no me puedo levantar se aplica con mucho más alcance a Mamma Mia!, creado en 1999: gusta a los seguidores de la banda, pero también a los jóvenes atraídos por su pop legendario. Su versión para la gran pantalla, protagonizada por Meryl Streep en 2008, ha tenido mucho que ver en su tirón actual, por qué no decirlo. En España lo vimos de mano de Nina, la directora de OT. Con las canciones traducidas, eso sí. Vaya epic fail.
Avenue Q, como un Barrio Sésamo de mierda
De los musicales que componen esta lista, este es tal vez el menos conocido. Avenue Q no se cuenta entre las creaciones de Broadway imprescindibles, pero sí es desde luego una de las que reimaginó la juventud de los años 2000 con más acierto, más marionetas y menos vergüenza: desempleo, desamor, sexo, sueños incumplidos y crisis existencial a través del filtro de la sátira. Como un Barrio Sésamo de muy poca corrección política, narra (aún hoy en Estados Unidos; a España llegó en 2010) las historias de diversos personajes que comparten el mismo edificio. Lo protagonizó Gary Coleman, conocido en su infancia por la serie Arnold, hasta que murió en 2010.
La llamada: el millennial español ya tiene su espectáculo
Que en una escena musical tan pobre como la española los jovencísimos Javier Ambrossi y Javier Calvo –a quienes conocerás de series como Ciega a citas o Física o química; su último trabajo es Paquita Salas– hayan hecho de su sencilla obra tal fenómeno es de un gran mérito. La llamada, que debutó en Madrid en 2013 (en 2015 en México), ha supuesto una inyección de autoestima al teatro y el aplauso de diferentes generaciones, de los fieles de las tablas a los que acuden casi por primera. Con temas propios (participa Alberto Jiménez, de Miss Cafeína) y otros conocidos, se trata de un encuentro de varios géneros ambientado en un campamento religioso de verano.
Rent, el título joven y alternativo por excelencia
Hemos dejado para el final de la avenida Broadway el musical generacional y alternativo por excelencia, el que por encima de todos se merece un puesto en esta lista, y una de las creaciones artísticas más influyentes de los últimos 20 años. Todo musical que se precie de estar al día en lo social y en lo cultural bebe de Rent, que subió el telón en la Gran Manzana en 1996 (en España se pudo ver en Barcelona en dos temporadas), aunque llevaba mucho tiempo gestándose entre bambalinas: una libre versión de La Bohème de Pucini sobre varios jóvenes artistas que sobreviven a duras penas en el Nueva York de los 90, en los peores años del VIH.
Si te has quedado con ganas de más, ahí va una propuesta actual: Dear Evan Hansen, el ejemplar adolescente que está enamorando a los incondicionales de Broadway y que es para muchos la nueva Rent.
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