De la cultura de la evasión a la del bolsillo
12 de Marzo de 2009 | Miqui Otero
Cantaba Smokey Robinson en I Gotta Dance To Keep From Crying que él bailaba para mantener a raya el moquillo y la llorera. Y eso es, me temo, lo que hemos hecho todos en el año de la crisis y, curiosamente, del 50 aniversario de la Motown, la gloriosa discográfica que editó aquella canción ahora tan de actualidad.
Porque debe haber algún mecanismo mental que, cuando vienen peor dadas, activa nuestra necesidad del baile en todas sus formas (aluvión de musicales en tele, cine, teatro), del viaje y la pérdida de vista de nuestro entorno cotidiano (auge de los programas del género del reality road,de Pekin Expressa La vuelta al mundo en directo) o de la búsqueda de protección en los superhombres (de la idealización de Obama a los superhéroes en el cine, casi los únicos taquillazos este año).
Meses antes de que todo esto se nos viniera encima, la ficción nos había avisado casi más que los diarios: desde la visionaria El ala oeste de la casa blancacon su candidato latino como presidente hasta el periódico que despide a la mitad de la plantilla y se fusiona con internet de la quinta temporada de The Wire.
Así que si nos ceñimos al mundo de la cultura para analizar este lío, habrá que poner al mal tiempo buena cara: confiar en los programas legales de internet que dejan escuchar música gratis y celebrar, por fin, el boomdel libro de bolsillo en un país que usa los tomos más para nivelar mesas o adornar estanterías que para aprender algo.
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