“Cuando llegamos a verlo pensamos que estaba ahogado”
F. F. M.
León
Estos dos agentes se convirtieron ayer en héroes por un día. Gracias a su buen trabajo, el joven que se precipitó al Bernesga puede hoy contar felizmente el suceso en el que un día su vida corrió un serio peligro.
Ángel y Ricardo estaban patrullando, a las 8:30 de la mañana, por alguna de las calles del barrio de La Chantría cuando recibieron el aviso de que un hombre se había caído al río que atraviesa la capital a la altura del Puente de los Leones.
Inmediatamente se dirigieron al lugar de los hechos, “nosotros nos acercamos al río por el Puente de los Leones y no vimos nada. Gracias a la gente que estaba subida a la pasarela, advertimos que el puente del suceso era otro”, comenta uno de ellos. Cuando se situaron en la orilla del río, a la altura correcta, no eran capaces de divisar el cuerpo en el agua, “la gente nos decía ¡ahí! ¡ahí!… pero no veíamos nada”, apunta Ángel. Cuando por fin lograron ver la cara del joven, que era lo único que se mantenía a flote, la primera impresión no fue muy buena: “Pensábamos que ya se había ahogado”, afirman los dos.
Inmediatamente Ángel se lanzó al agua y llegó a nado hasta el medio del río donde el cuerpo flotaba. “El que estuviera inconsciente facilitó mucho que pudiera acercarlo a la orilla”, nos cuenta.
El caudal del río, en estas fechas, no es muy grande, “yo mido 1,84 y me llegaba el agua por la altura del cuello”, pero el lodo que se acumula en el fondo dificulta mucho los movimientos.
Una vez transportado a la orilla, los compañeros presentes ayudaron a Ángel y Ricardo a practicarle la respiración cardiopulmonar que reanimó al muchacho. “Cuando expulso la primera bocanada de agua ya volvió en sí, y tiritaba de frío por la hipotermia que había cogido”. Los sanitarios del 112 complementaron su acción de salvamento estabilizando al joven con una manta y aplicándole suero. Acto seguido, la ambulancia se dirigió al Hospital de León.
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