Es sustancial destacar que las personas, al no gestionar ciertos aspectos de la voz, tienden a sufrir de molestias y, al trabajar con un público o hijos intensos el uso excesivo de la misma consiente su irritación.

Por lo general, los problemas que afectan a la voz tienden a estar ligado por el ineficaz cuidado que se le proporciona o por la intensidad al hablar.

Uso correcto de la voz

Los profesores, periodistas, conferencistas y todo aquel que tenga que exponerse ante un público, no sólo debe tener presente las reglas para llegar a éste, sino las pautas necesarias para administrar el uso de la voz con el fin de no afectar su salud y transmitir correctamente el mensaje al interlocutor.

Consejos para cuidar la voz

Los errores que usualmente tienden a cometer las personas para el inadecuado tratado de sus voces suelen encabezar los siguientes rasgos:

• Gritar: El exagerado tono de voz es destructivo para la salud de la misma; si se encuentra en un ambiente muy ruidoso se debe hacer un mayor esfuerzo vocal pero moderando el volumen.
• Hidratarse: Tanto para la voz como para otras zonas imprescindibles es sustancial tomar agua, especialmente después de ingerir cafeína, puesto que se evita la deshidratación de la mucosa.
• Descansar lo adecuado: Dormir adecuadamente es crucial pues la voz es sensible al cansancio.
• Evitar productos tóxicos: Tanto el tabaco como el alcohol van deteriorando la salud de la garganta.

La salud vocal empieza en la infancia

El cuidado de la salud vocal procede de la infancia, donde el niño aprende a gestionar y cuidar adecuadamente los recursos de su voz. Para enseñarles a regular su tono se debe hacer lo siguiente:

• Hablar despacio; pronunciar correctamente las palabras.
• Disminuir el ruido del ambiente, incluyendo televisión, música, consolas y ordenadores.
• Ser consciente de la distancia empleada para conversar.
• Seguir reglas y modales comunicativos.

Tanto los padres como los maestros están en la disposición y obligación de evaluar el rendimiento de los pequeños, dedicando tiempo a fomentar las bases o modelos con los que se puede emplear correctamente la voz.