El bañezano José Julián Becerro triunfa en K-1 en la catedral de las piraguas

César F. Buitrón León
Hace un año había entrado en la historia al ser segundo en el descenso del Sella formando pareja en el K-2 con uno de los nombres más míticos de la historia del Descenso del Sella, el cántabro Julio Martínez. Desde ayer, José Julián Becerro tiene por derecho propio un lugar en la historia del deporte leonés. Al lado de Guillermo del Riego, el anterior ganador leonés en la ‘catedral’ de las piraguas, que ya no está solo porque ayer el palista bañezano dio una exhibiciónque le llevó a ser el primero en cruzar sobre un K-1 el puente de Ribadesella.
Ganar el Sella es uno de los sueños de todos los piragüistas y José Julián Becerro no es una excepción. La importancia del triunfo del bañezano se explica en datos. En los 963 palistas que se pusieron en la salida sobre casi 700 embarcaciones procedentes de 19 países; y también en el seguimiento popular de la prueba ya que a lo largo de sus 19 kilómetros de recorrido entre Arriondas y Ribadesella todo el descenso estuvo jalonado por decenas de miles de seguidores que nunca se pierden la tradicional Fiesta de las Piraguas de Asturias y que ayer se estima que reunió a cerca de 300.000 personas.
El leonés que defiende los colores del Club Bañezano partía entre los favoritos después de su buen descenso de los últimos años, especialmente el del año 2007 cuando se quedó a un suspiro de ganar sobre el K-2, la prueba reina del Descenso del Sella. Lo demostró desde la primera palada. Salió tranquilo, controlando la situación y marcando muy de cerca a su gran rival para la victoria final, el asturiano Kiko Vega, campeón de la pasada edición, que paleaba codo a codo con el leonés hasta que se cumplía la mitad de la carrera. En ese instante José Julián Becerro apretó, aumentó el ritmo de sus paladas y fue poniendo agua de por medio hasta la meta. Wakter Bauzan fue el tercero, por detrás de Becerro y Vega.
En el K-2, el triunfo era para el compañero de Becerro hace 12 meses, el cántabro Julio Martínez que se alzó, junto al asturiano Javier Hernanz Agüeria, con su décima victoria en la categoría K-2 en el Descenso Internacional del Sella, en el que han batido el récord marcado hace 20 años.