Un paciente de la Fundación catalana Puigvert y el Hospital de la Santa Creu i Sant Pau ha recuperado sus funciones sexuales, la sensibilidad erógena en su pene, la capacidad para eyacular y hasta de sentir orgasmos después de haber sufrido la amputación de su miembro viril en una guerra en Costa de Marfil. Un equipo multidisciplinar especializado en Cirugía Plástica y Reparadora ha recuperado y reconstruido su miembro sexual.

Según la información facilitada por el equipo médico, la intervención quirúrgica ha sido tan exitosa que el hombre mantendrá su capacidad reproductiva y podrá fecundar a una mujer sin problemas. También podrá volver a orinar de pie sin obstáculo alguno.

Sin embargo, la operación ha sido compleja, se prolongó durante 10 horas y ha estado dirigida por el director del Servicio de Andrología de la Fundació Puigvert, el doctor Eduard Ruiz Castañé, y por el director del Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital de Sant Pau, el doctor Jaume Masià. Según han explicado los doctores, han podido reconstruir el pene cogiendo tejido subcutáneo del antebrazo del paciente. La piel del antebrazo se ha utilizado para crear una nueva uretra.

A partir del antebrazo

Comentan los especialistas que el hecho de haber seleccionado el antebrazo para realizar la reconstrucción no ha sido arbritaria, ya que esta área del cuerpo facilita una piel y un tejido celular que resultan muy parecidos a los del pene. La parte donante de tejido del antebrazo se ha cubierto, a su vez, con piel del muslo.

Paralelamente a la reconstrucción funcional del miembro, el Servicio de Cirugía Plástica y Reparadora del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau ha procedido a la reconstrucción estética del glande.

Una vez reconstruidas ambas partes, el equipo facultativo ha procedido a empalmar el nuevo pene con la arteria femoral y la vena safena, aprovechando los nervios.

“Dado que el sistema genital masculino reproductivo del paciente (testículos, próstata y vesículas seminales) está intacto, al conectar el nervio antebraquial cutáneo con el nervio dorsal del pene se ha conseguido preservar la sensibilidad del pene y la posibilidad de llegar al orgasmo y la eyaculación. De esta forma, esta nueva técnica aporta estética y funcionalidad”, dicen los responsables de la intervención.

Un paciente con historia

El paciente, un hombre de 26 años de origen senegalés, de la etnia mandinga, que reside hace 3 años en Cataluña, solicitó asistencia a la Fundació Puigvert después de haber sufrido, en 2003, la amputación total de su pene, además de numerosas heridas, en la Guerra Civil de Costa de Marfil.

A partir de ahora, en un semestre se le implantará una prótesis hidráulica de pene, lo que le permitirá tener una erección normal y coitos.

Esta cirugía, como técnica reparadora, se puede aplicar también a cualquier caso de amputación de un pene, con independencia de si la causa es una enfermedad o una mutilación traumática.