Una fiesta para los sentidos, de luz y de color, que cuenta una linda y conmovedora historia de amor, con los mejores e inconfundibles trazos del diseñador Javier Mariscal, la música impagable de Bebo Valdés y el oficio y la pasión por el cine de Fernando Trueba.

Todo eso, con La Habana, Nueva York y los años cincuenta, es Chico y Rita, la película de animación, flamante premio Goya 2011 en esta categoría, que se estrena este viernes en España, bajo la dirección de Trueba y Mariscal.

Ambos se conocieron cuando el director le pidió al ilustrador el cartel para su película Calle 54, hace diez años.

El jazz fue el encargado de unirlos y ahora comparten amistad y proyectos profesionales como éste.

Han sido seis largos años de minucioso trabajo (todos los fotogramas de animación, todos los dibujos animados tuvieron antes su réplica con actores y localizaciones reales) los que ambos creadores han invertido en esta cinta, que viene a revolucionar el panorama de las películas animadas en España.

Ni Trueba había hecho nunca animación, ni Mariscal había participado jamás en un largometraje, pero después de 144.000 ilustraciones, muchos besos y boleros de fondo, los dos se muestran más que contentos con el resultado obtenido.

Chico y Rita, pianista y cantante cubanos se conocen en 1948 en un club de La Habana. Ambos aman la música, el jazz, el ritmo cubano y se enamoran irremediablemente.

Luego, encuentros y desencuentros amorosos, los gloriosos años cincuenta americanos, la revolución cubana- contada con pinceladas certeras durante la película– y la música como hilo conductor (y en especial la historia del jazz durante los años cuarenta), conforman los 95 minutos de esta cinta.

Además de las notas del jazz y del bebop, el filme es un homenaje al bolero Rita, compuesto por el pianista Bebo Valdés y, por extensión, un tributo a la aportación musical que el  cubano ha hecho durante más de 60 años.

No se sabe si las notas formarán parte de los proyectos de futuro de Mariscal y Trueba, lo que sí está claro es que algo se traen entre manos, de hecho, como ambos han destacado, tienen varias ideas. De momento a paladear el Goya, la música y el amor en mayúscula de Chico y Rita.