Cervantes para Matute
“He dado casi toda mi vida a esto que es escribir, así que es un reconocimiento, si no a la calidad, al esfuerzo”
Ana María Matute, el miércoles en Barcelona.
REUTERS
Ana María Matute hace 70 años que escribe, y es de las autoras españolas más galardonadas.Pero le faltaba uno: el Cervantes. Ya le ha hecho un hueco en su estantería.
“He de confesar que esta noche no he dormido; tenía unos nervios que me moría”, dijo el miércoles la autora en rueda de prensa, poco después de conocer el fallo del Cervantes.
“Igual no soy tan mala”
Su nombre era un clásico en las quinielas, pero el jurado se ha hecho de rogar. “Siempre pensaba: ‘pues no les gustaré, y tienen todo el derecho’. Pero este año me llegaban más ecos [de que se lo iban a conceder], y dije: ‘igual no soy tan mala'”.
Matute experimentó un “estallido de felicidad” por el premio, a pesar de que no escribe para ganarlos, aseguró. Pero, ¿a quien le amarga un dulce? A ella, quedó claro que no cuando clamó: “¡Soy feliz!”, alterando por un momento su suave voz y su gesto pausado, y con las lágrimas a punto de derramarse.
La dama blanca de las letras españolas es la tercera en ganar el Premio Cervantes -frente a 33 hombres-, después de la filósofa malagueña MaríaZambrano (1988) y la poetisa cubana Dulce María Loynaz (1992).
El premio le llega la misma semana que otra escritora, Soledad Puértolas, ha ingresado en la Real Academia de la Lengua Española. “Eso del machismo está quedando un poco lejos”, estimó Matute.
Vivir para escribir
“He dado casi toda mi vida a esto que es escribir”, dijo, así que el Cervantes le llega como un “reconocimiento, si no a la calidad, al esfuerzo”, porque considera que es el lector el que tiene que decidir “si le abre las puertas o se las cierra” a un escritor.
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