El conjunto que entrena Phil Jackson tiene esta noche en Boston la labor de quitarse de encima un parcial negativo que nada ayuda para las series finales. Los Lakers salieron del último partido con un serio correctivo, y con serias carencias defensivas, algo sobre lo que han estado trabajando duramente esta semana.

El baloncesto mostrado por el equipo de la costa Este dejó sin opciones al juego rápido, al showtime de Kobe Bryant y Pau Gasol. Ese es el principal escollo que los jugadores angelinos quieren quitarse esta noche, toda vez que sequen el juego de los ‘Big Three’, el trío atacante formado por Ray Allen, Kevin Garnett y Paul Pierce.

El propio Pau Gasol admitía el día después de la derrota frente a los Celtics que les faltó dureza en la defensa. Su cobertura a Garnett no fue todo lo fuerte que hubiera querido, como él mismo admitió. Además, es de vital importancia para los Lakers tener una mayor capacidad para recoger los balones divididos, con una estadística de 46 para Boston y 33 para Los Ángeles.

Por otro lado, si la conexión Pau-Kobe vuelve a activarse, el partido puede volver a tener un color dorado. Además, Lamar Odom puede volver a tener en sus manos la batuta para controlar el juego y devolver la emoción a unas finales que, de decantarse este partido de nuevo para los de Doc Rivers, puede poner muy cuesta arriba el primer anillo de la NBA para un jugador español.