CaixaForum: la cultura es rentable
Siete millones de visitantes y 105 exposiciones después, CaixaForum Barcelona, buque insignia de la Obra Social La Caixa, cumple diez años.
Las buenas historias -y no digamos las que tienen que ver con la cultura- escasean en tiempos de crisis. Pero sigue habiendo razones para ser optimista: una es el CaixaForum Barcelona. El buque insignia de la Obra Social La Caixa cumple 10 años a base de expectativas realizadas y deberes bien hechos que arrancaron en 2002, cuando las puertas de la renovada fábrica textil de Casaramona, una joya modernista de principios del siglo XX firmada por Josep Puig i Cadafalch, abrían, según explica a Tiempo la directora general adjunta de la fundación La Caixa, Elisa Durán, “con la intención de promover el conocimiento y, sobre todo, acercar el conocimiento a la ciudadanía”. Misión cumplida.
Una década después, aquella vetusta fábrica es uno de los centros sociales y de arte más pujantes del circuito internacional, y por sus exposiciones, talleres, actividades y encuentros han pasado unos 7,3 millones de visitantes. “El objetivo era romper la fractura entre aquellas personas muy consumidoras de cultura y muy especializadas, y el gran público, al que el arte y la cultura le merecían un gran respeto”, explica Durán. Segunda misión cumplida: el viaje del CaixaForum es el del público español, un tránsito hacia la mayoría de edad que se solidifica con los aires del siglo XXI; un desplazamiento desde los libros al interior de los museos y centros de arte, termómetro infalible de las libertades de una sociedad.
Para Durán, que ha vivido ese viaje en primera persona, “la cultura es lo que demuestra dónde se encuentra un país en cada momento”, lo que “marca para el día de mañana en nuestra apuesta, como sociedad, por mantener el pulso en el ámbito cultural internacional”. Y es que en CaixaForum y su red de centros en España, de Barcelona a Madrid pasando por Palma de Mallorca, Gerona, Tarragona y Lérida -sin contar los futuros centros de Zaragoza y Sevilla- son conscientes de que se avecinan malos tiempos: “Las obras sociales y las pocas subvenciones de los museos van a pasar un momento duro, así que hay que ser, si cabe, más eficientes y rigurosos con el gasto. Hay que abaratar costes para mantener el nivel de actividad. Mire, eso lo miramos con lupa. Gestionamos la Obra Social como gestionamos el ámbito financiero, con escrupulosidad en los gastos”. Este año la Obra Social La Caixa vuelve a contar con 500 millones de euros, de los cuales 111 van a ciencia, medio ambiente y cultura.
La clave es buscar sinergias y establecer alianzas, y más en tiempos de crisis. Gestión eficiente, esa es la clave. Durán se refiere a iniciativas y acuerdos como los alcanzados con el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) para fusionar las colecciones y afrontar, de ese modo, “retos más ambiciosos”. O los recientes acuerdos alcanzados con el Museo del Prado y el Louvre de París -“cuatro años de gestiones”, dice Durán- que se traducen en ofrecer a los barceloneses la primera retrospectiva de Goya en 35 años y, de paso, traer a España al romántico Delacroix, cuyas telas han atraído hasta los CaixaForum de Barcelona y Madrid a más de 700.000 visitantes desde otoño de 2011.
Mientras los rivales respiran incertidumbre, CaixaForum conquista espacios y proyecta su imagen al exterior. Dentro de su vestido de ladrillo, bajo su sobrecogedora azotea, en su torre o en su planta baja, fruto de la remodelación y cimiento de un templo que los barceloneses han hecho suyo, la gestión privada de calidad y el acceso del público a la cultura se dan la mano para demostrar que la cultura es rentable. Más allá de futuras inauguraciones como las de Sevilla o Zaragoza, la marca funciona, crece, acapara apoyos y fideliza espectadores, así que, ¿por qué no apoyarse en ella para vender la imagen de España al exterior? Dicho y hecho: después del acuerdo alcanzado en noviembre de 2011 con el Ministerio de Asuntos Exteriores y Acción Cultural Exterior (AC/E), la Obra Social La Caixa y el Macba preparan un periplo de dos años que comenzará a finales de 2012 y que culminará con grandes exposiciones en cuatro importantes ciudades de China y Japón.
El museo abierto.
Apoyarse en los beneficios de la actividad bancaria para socializar la cultura y hacerla accesible y rentable, esa es la misión de CaixaForum: arte para todos en un viaje hacia el acceso horizontal y democrático al conocimiento que toma forma en una de las actividades más jugosas de este décimo aniversario, El arte eres tú, que busca vincular al público al corazón de los museos, sus obras. “Y el ciudadano responde”, asiente Durán. La ecuación del éxito se completa con la participación. Porque CaixaForum, como la mayoría de centros de su naturaleza, es una institución abierta, pensada para que el ciudadano traspase sus muros y no solo vea, descubra y contemple, sino que abandone sus prejuicios.
“Todas nuestras exposiciones, talleres y actividades educativas son abiertas. Para comprobarlo basta con venir al CaixaForum de Barcelona una mañana cualquiera y ver la cantidad de escolares que pasan por aquí. La capacidad pedagógica es un reto para nosotros, por esa responsabilidad que le decía, y hay que hacerlo de una forma didáctica y sencilla para que la gente pierda ese miedo”. Cifras: la media de visitantes del centro en estos diez años se ha situado en 723.000, con 2008 como año estrella, con 832.000 -aunque este año va camino de sucederle-; en total, unos 7,3 millones de visitantes en una década y, por si fuera poco, más de 2,12 millones de personas vinculadas a alguna de las 12.245 actividades programadas.
Diez años de joyas del arte y récords de visitas -como el de una de las primeras exposiciones, Dalí y la cultura de masas, 304.000 espectadores- y de rehabilitaciones urbanas exitosas, como los centros de Madrid o Barcelona. Dos lustros de encuentros, talleres y grandes muestras con firmas contemporáneas junto a grandes pinceles y cinceles de la historia del arte, como Rubens, Giacometti, Rodin, Renoir o Picasso. Una colección de momentos inolvidables entre los que resulta imposible escoger el más emocionante o inolvidable… aunque no para Elisa Durán: “Me quedo con el actual -afirma sin dudarlo-. Hoy contamos con una exposición de Goya de la mano del Prado y otra de Delacroix en colaboración con el Louvre. Y miramos a China y a Japón. Hoy podemos mostrar el prestigio que hemos conseguido gracias al público y al trabajo de las 1.500 oficinas de CaixaBank, pero hace cinco años esto era impensable. Estamos muy satisfechos y nos emociona que las grandes instituciones internacionales se fijen en nosotros y nos acepten. Cuando empezamos este viaje estar aquí formaba parte de nuestros objetivos, pero voy a ser sincera: era un sueño”.
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