Cambio, esperanza y Esperanza. El congreso del Partido Socialista de Madrid (PSM) está cargado de buenas intenciones por parte de todos. Directiva, delegados o militantes confían en que de desde hoy y por muchos años el convulso PSM cuente con un liderazgo potente y con ansias de renovación. Sin embargo, todos tienen más presente a los adversarios del PP y, más concretamente, las generales del año que viene, que sus propios planes internos.

Para muestra, un botón. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, se ha mostrado convencido de que las próximas elecciones serán para el PSOE, ya que nadie se acuerda en la oposición de su líder. “En el PP, unos quieren a Aguirre, otros a Gallardón, pero nadie confía en Mariano Rajoy”, ha afirmado.

Blanco ha culpado al PP de estar más a la derecha que ningún otro partido de Europa, por lo que “si ganasen las próximas elecciones, se produciría un retroceso de los derechos que hemos conseguido”.

El papel de Narbona

El secretario de organización socialista, quien ha tenido un especial recuerdo para el ex líder del PSM Rafael Simancas y para la presidenta de la gestora, Cristina Narbona, ha asegurado que “hoy comienza el camino para que el PSM vuelva a recuperar el poder en Madrid”.

En la misma línea se ha pronunciado la propia Narbona, quien ha mostrado su agradecimiento por “haberme permitido conocer el partido por dentro en Madrid”.

La presidenta de la gestora, quien ha hecho un balance “muy positivo” de su mes y medio al frente de la dirección del PSM, ha centrado su intervención en los flancos abiertos que ha dejado el PP. “Vivienda, seguridad […], al PP se le llena la boca con España, pero sólo gobiernan para ellos”, ha afirmado.