Barcelona afina su modelo de movilidad
Plan para defender a los peatones y flexibilizar la normativa de las motos | No se harán más carriles bici sobre aceras y se retirarán la mayoría de los actuales
Barcelona matiza su modelo de movilidad. El nuevo gobierno municipal no va a romper con la herencia recibida, pero sí va a cambiar algunos aspectos. El objetivo es dar más prioridad al peatón sin perjudicar al resto de modos de transporte, que tendrán un diálogo más directo con el Consistorio.”Vamos hacia escenarios que no son dogmáticos”, explica el concejal de Mobilitat, Eduard Freixedes, en un encuentro con ADN. Los primeros pasos van en esa dirección. Se han activado reivindicaciones históricas de los motoristas (hay en marcha un estudio para que puedan circular por el carril bus) y se ha incluido al colectivo de ciclistas en el Pacte per la Mobilitat, órgano consultivo de esta concejalía.
Ciudad más tranquila
Su principal objetivo para este mandato es conseguir “que la ciudad vaya mucho más tranquila”. Por ello, Freixedes pretende potenciar las ‘zonas 30’ en dos sentidos. En primer lugar, que allí donde ya están se cumpla este límite de velocidad. “Se pueden elevar los pasos de peatones”, explica el concejal, como ejemplo de las medidas que se pueden implantar para moderar la velocidad en unas zonas que “han de ser algo más que una pintura roja en el suelo”.El otro asepcto polémico que el equipo del alcalde Xavier Trias quiere abordar en este mandato es la utilización de las aceras. Tras la irrupción del Bicing y la consolidación de la moto (Barcelona es la ciudad europea con más motos por habitante), el Consistorio quiere ahora “poner orden pero no prohibir”. Esto se resumiría en dos acciones. En primer lugar, “no hacer más carriles bici sobre la acera” y “retirar muchos de los que hay ahora, pasándolos a la calzada”.
Motos en las aceras
En segundo lugar, regular mejor el aparcamiento de las motos en las aceras, sin modificar la actual ordenanza, que permite el estacionamiento en las de un mínimo de tres metros de ancho. A finales de mes está previsto empezar a suprimir la prohibición generalizada que se estableció en el anterior mandato en el Poblenou. Y en el resto de la ciudad se permitirá en las aceras que cumplan el ancho mínimo y “no tengan un uso excesivo”. En cualquier caso, los sitios permitidos se señalizarán y ordenarán mejor y los prohibidos contarán con señales. “Las aceras han de ser un espacio también para parar y charlar, reservado a las personas”, explica Freixedes.La concejalía de Mobilitat confía en poder iniciar el año que viene, tras los distintos estudios que se están efectuando, sus proyectos, que irán incluidas en un nuevo Pla de Mobilitat que sentará las bases de cara al futuro. También para el año que viene se prevé tener a punto la propuesta de reforma de la Diagonal, más modesta que la del ex alcalde Hereu.
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