Arte entre la estrategia y el azar
El Museo Reina Sofía acoge la primera retrospectiva en España de Alighiero Boetti
Aerei, una de las obras de Alighiero Boetti recogidas en la exposición del Museo Reina Sofía.
Museo Reina Sofía Madrid
El romance de Alighiero Boetti con el arte povera -la corriente nacida en los ’60 que reivindicaba el valor artístico de los elementos de poco valor- fue intenso y efímero. Dos años después de haberla abrazado con fervor la defenestraba por sus excesos, aunque seguiría nutriéndose de humildes ingredientes para sus obras.
Así, entre contradicciones y diversas fuerzas inspiradoras transcurrieron los frenéticos años en activo (1966-1994) de este artista turinés que el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía recupera desde hoy en Estrategias del juego, la mayor retrospectiva de su obra, y la primera en España.
Organizada con la colaboración de la Tate Modern y el Museum of Modern Art de Nueva York (MoMA), la exposición recorre las diversas etapas de su producción artística y las decenas de elementos y soportes que utilizó: tapices, dibujos, pinturas, esculturas, bordados y hasta mail art.
Las obras, algunas de las cuales se exhiben por primera vez, se enmarcan en un recorrido pensado para sorprender. De hecho, la bienvenida la da Ping Pong (1966) dos cajas que flanquean la entrada y que se iluminan alternativamente. Y desde allí las salas se pueblan de piezas de madera lacada, graffiti e incisiones realizadas sobre placas de yeso o cemento o los lavori biro, realizados con bolígrafo junto a algunos amigos.
A ellos dedica su obra epistolar, los viaggi postali, una serie de cartas que Boetti enviaba a conocidos utilizando direcciones inventadas.
Otra estrella de la muestra es Lampada annuale(lámpara anual), una bombilla colocada en una caja de madera que se enciende únicamente durante 11 segundos al azar cada año.
Precisamente la idea del azar, al que Boetti solía llamar “felici coincidenze” forma parte del gen creador del artista. Le gustaba trabajar con conocidos cercanos, así como con artesanos de cualquier parte del mundo.
FASCINACIÓN POR AFGANISTÁN
Entre la multitud de viajes que realizó buscando inspiración, su destino preferido fue sin duda Afganistán, país que visitó por primera vez en 1971 y al que siguió yendo frecuentemente hasta que en 1979 la invasión soviética ya no le permitió entrar. Pero su fascinación venía de antes: en realidad llegó allí siguiendo el rastro a un antepasado suyo, Giovan Baptista Boetti, que en el siglo XVII se convirtió al Islam tras un viaje a Constantinopla.
En esta época inicia Mappa (1971-1994), quizá su trabajo más icónico. Se trata de un conjunto de bordados de gran tamaño -alguno llega a los tres metros por seis- realizados a mano en colaboración con artesanos afganos y paquistaníes.
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