ALBA DE TORMES FIESTAS DE LA TRANSVERBERACION DE SANTA TERESA Cerca de 3.000 devotos acuden a despedir a la patrona de la villa
Alrededor de 3.000 devotos acudieron ayer a la villa ducal para despedir a la imagen de Santa Teresa, que desfiló en procesión por las calles de Alba de Tormes siendo en todo momento vitoreada por sus fieles.
La talla salió de la iglesia de las Carmelitas, en la ya reformada plaza de Santa Teresa, y subió en andas hacia la Plaza Mayor. Durante el recorrido, los vecinos se iban intercambiando las varas, mientras otros únicamente observaban a la santa, tocaban su manto, sus andas y le rezaban a su paso.
Uno de los momentos más intensos de la procesión fue la llegada a clausura. La imagen sacra fue izada para que los fieles pudieran observarla por última vez hasta las próximas fiestas patronales de octubre. Después, las Madres Carmelitas abrieron la puerta del convento para que la talla volviese al templo entre los aplausos de los fieles.
PREGON La localidad también vivió otro instante emotivo en la jornada de ayer, durante el pregón oficiado por el carmelita Manuel Diego, quién habló a los albenses que se congregaron en la Plaza Mayor sobre sus relaciones con la villa ducal. “No soy extrańo a la historia moderna de Alba, ya que mis pupilas y sensibilidad infantil quedaron marcadas para siempre con sus paisajes y sus gentes”, comentó Diego. El futuro de la localidad también fue aludido por el pregonero, “hay algo que noto como un vacio a llenar. Nos falta una historia de Alba”.
El carmelita, que es hijo del municipio, es profesor y estudioso en la facultad denominada Teresianum , que está especializada en la vida de Santa Teresa y San Juan de la Cruz.
Por otra parte, los vecinos de la villa ducal pudieron disfrutar ayer de otras actividades, como el novedoso concurso de pijamas que se saldó con un premio de 120 euros (20.000 pesetas) y un abono para la piscina. Los pasacalles tuvieron gran protagonismo al mediodía, ya que los asistentes pudieron disfrutar de la banda de cornetas y tambores de la villa, de la charanga La Alegría –que siempre está presente en las celebraciones del municipio– y la chirigota gaditana de Juan Rivero, que puso la nota de humor y también actuó antes del discurso festivo.
Los jóvenes pudieron jugar por la tarde a una guerra de paintbal y, ya por la noche, los albenses disfrutaron de la música de una verbena y de los toros de fuego.
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