Al fin una tregua
El Atlético, aunque sufriendo, se reencuentra con el triunfo a una semana de visitar el Bernabéu
Viendo cómo celebró Gregorio Manzano los goles se entiende lo que había en juego. Una derrota tras el ridículo de Getafe hubiese sido la sentencia para el técnico jiennense, que de nuevo tuvo que soportar los cánticos en favor de Luis Aragonés de una grada que no le pasa una. Da igual lo que haga, no parece que se lo vayan a reconocer. No les ha entrado por el ojo.
Sin embargo, Manzano ganó tiempo en su cruzada por seguir amarrado al banquillo rojiblanco a una semana vista del derbi ante el Real Madrid en el Santiago Bernabéu. Una prueba de fuego de la que puede salir chamuscado viendo cómo anda el equipo.
La balsámica victoria de anoche en el Calderón ante el Levante no oculta los problemas de este equipo. Es incapaz de mantener el hilo de un partido, por más que esta vez el resultado terminara a su favor. Por si habían quedado dudas tras la derrota en el Coliseum, ayer volvieron a demostrarlo.
Tras un buen arranque de partido, donde cerca estuvieron de ponerse por delante en el marcador, los jugadores de manera inexplicable se desengancharon y cedieron terreno al Levante. Una dejadez intolerable para un equipo que, como parece ser es éste, aspira a jugar la próxima temporada Champions. Objetivo que, por ahora, no pasa de ser un castillo en el aire.
El gol de Adrián, clave
Por suerte para el Atlético una contra lanzada por Reyes y fenomenalmente terminada por Pizzi en la segunda parte (minuto 68) revivió al equipo. Un latigazo que devolvió al Atlético a la vida. Y eso que, cosas habituales en este equipo, tres minutos después el Levante les empató el partido en una jugada en la que volvió a quedar en evidencia la zaga rojiblanca.
Para entonces, el partido ya había entrado en la montaña rusa que tanto le gusta al Atlético y Adrián, tres minutos después de empatar Xavi Torres, hizo el 2-1. Fue el golpe definitivo porque a partir de ahí el Atlético, con un buen Reyes, se impuso en el partido y las opciones de gol se sucedieron.
Diego hizo el tercero en un regalo granota para redondearla cuenta. Rubén, ya en la prolongación, se encargó de maquillar el marcador final.
EL GETAFE SE ACERCA AL ABISMO
El Getafe perdió tres puntos muy valiosos contra el Sporting (2-1) en el último suspiro. Un cabezazo de Nacho Novo en el 89′ castigó al equipo de Luis García después de que éste desperdiciar a tres oportunidades clarísimas. Tras vencer al Atlético de Madrid en la última jornada, remontando un 0-1 y con uno menos -por la expulsión de Albert Lopo-, ayer los azulones no pudieron repetir la proeza.
El Getafe necesitaba ganar en El Molinón para validarlos tres puntos conseguidos contra los rojiblancos, sin embargo, la derrota les deja muy tocados y peligrosamente cerca de los puestos de descenso. Concretamente a un punto.El Sporting por el contrario no ha conocido la derrota en las últimas cinco jornadas.
El partido tenía, además, un morbo añadido. Diego Castro visitaba por primera vez El Molinón, donde fue un ídolo, vestido de azul.
El encuentro comenzó bien para el Getafe, con Miku abriendo el marcador en el 34′, pero dos goles del Sporting (el primero de Trejo) yla expulsión de Barrada en el segundo tiempo, pesaron demasiado.
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